Un recorrido por la vida del músico y hoy director de la Banda Sinfónica de La Ceja, César Augusto Londoño.
El actual director de la Banda Sinfónica de La Ceja, músico y director formado en la banda de Villamaría, Caldas, dice que la música lo ha acompañado desde sus 8 años, y uno de sus primeros frutos fue al lado de su bombardino y luego detrás de una batuta que le ha permitido dirigir a maravillosos músicos y obtener grandes triunfos.
César Augusto Londoño se inició como director asistente de la banda municipal de Manizales con el maestro Carlos Acevedo. En el 2010 se ganó un espacio como director titular de la Banda Sinfónica Juvenil del Municipio de La Unión, Antioquia, la cual tuvo cinco años bajo su mando. Actualmente asume la dirección de la Banda Sinfónica de La Ceja sin abandonar la fórmula para llevar al éxito a sus bandas: crear personas antes que profesionales, convertirlos en seres humanos capaces de combinar la humildad y el talento.
Cesar nos concedió sus palabras y su tiempo en medio de un café, de la tranquilidad y amabilidad que inspiraba su voz y su calidez humana, pidiéndonos que no lo definiéramos como un “maestro”, puesto que no le gusta clasificar el talento.
¿Cómo se visionaba profesionalmente desde pequeño?
Como cualquier hombre quise ser futbolista, pero realmente que yo hubiese querido ser músico no, eso fue algo que se fue dando. Tuve la fortuna de nacer en un pueblo que goza de una trayectoria musical muy importante que es el municipio de Villamaría, Caldas. El hecho de compartir con algunos de mis amigos que pertenecían a todo este proceso generó muchas expectativas tanto en mí como en mis amigos de la época, puesto que iban a los carnavales de Barranquilla, a Sábados Felices y al Festival de Bandas de Samaniego, Nariño. Hablamos del año 94-95, donde empieza toda esa “goma” y esa pasión por la música. Realmente fue una fortuna haber nacido y crecido en una de las mejores bandas del país.
¿Cómo ha sido su formación musical a nivel profesional?
Realicé cuatro semestres de dirección y cinco de licenciatura en música en la Universidad de Caldas, pero no seguí porque me llené de mucho trabajo. Infortunadamente muchas veces nos dejamos llevar más por lo económico que por lo académico, aunque he realizado capacitaciones y seminarios en dirección, ensamble y montaje de repertorio para banda sinfónica e interpretación de obras, instrumentación, composición armonía y gramática.
¿Cuál ha sido su trayectoria como instrumentista y como director?
Desde el año 94-95, fui integrante como baritonista de la banda de Villamaría y en el año 2003 ingresé a la banda municipal semiprofesional de Manizales, donde tuve la fortuna de ser cuatro años baritonista principal, además conformé el ensamble de bronces de la banda sinfónica juvenil de Caldas, lo que me abrió las puertas al mundo de la dirección, porque empecé a desempeñarme como asesor en las diferentes bandas de Caldas.
Como asistente de mi maestro Carlos Acevedo, director de la banda de Villamaría, empezamos a posicionarnos a nivel nacional, fuimos la única banda que ganó cinco años consecutivos en la categoría especial, y la segunda banda Yamaha después de la banda de Tocancipá.
Llegué a Antioquia gracias al maestro John Jairo Martínez Baena, ex director de la banda del municipio de La Unión, quien gracias a unas pasantías hechas en Caldas, conoció mi trabajo y me trajo a este departamento en el 2007, donde luego de varias experiencias en La Unión, Rionegro, Granada, Concordia, El Retiro y otras bandas del Oriente, en el año 2009 la Universidad de Antioquia me contrata en calidad de asesor de dirección para las bandas que representarían al departamento en los eventos nacionales.
Pero la experiencia muchas veces es la mejor escuela, o ¿usted qué cree?
La experiencia es un tema que no te lo da ninguna universidad del mundo, precisamente porque te la da el acercamiento a la comunidad, la cancha con los niños que, por cierto, me apasiona el trabajo con ellos y los jóvenes.
Gracias a mi experiencia, en el año 2010 tuve la oportunidad de dirigir la banda de La Unión durante 5 años, donde logramos ganarnos tres departamentales de bandas en categoría juvenil, ser una banda representativa a nivel nacional y en el departamento de Antioquia; ganamos un tercer puesto en el concurso de Paipa-Boyacá que, con mucho orgullo lo digo, porque la categoría juvenil es difícil. Además de ganar la mejor obra inédita. También nos abrimos una puerta muy importante en La Ceja dos años consecutivos con “Las retretas al tambo”, donde logramos hacer 20 retretas y eso le dio una visión y una proyección a la banda increíble; nos ganamos una gira de circulación nacional con el Ministerio de Cultura y la tercera beca de circulación con el Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia, con la cual nos consolidamos como un proyecto maravilloso y fructífero.
¿Quiénes han sido sus grandes referentes a nivel de dirección?
Cuando yo tomé la decisión de ser director, un gran músico me dijo, “¿usted qué tipo de director quiere ser?” Comprendí que hay grandes directores con títulos, doctorados, que viajan por todo el mundo dirigiendo músicos profesionales. O ser un director de formación que es el que tiene que hacer, formar sus músicos para poder dirigirlos. Para mí la calidad humana es esencial y por eso mis grandes referentes son el maestro Carlos Acevedo, mi maestro de la banda de Villamaría; German Hernández, director de la banda de Tocancipá-Cundinamarca; y el maestro Felipe Arias, director de la banda de La Ceja, que han llevado a sus bandas a ser modelos a nivel nacional. Y como complemento, de otros niveles, están Ricardo Jaramillo, Esteban Rojas y Rosa Briceño.
Por otro lado, ¿Cómo se siente al ser el nuevo director de la Banda Sinfónica de La Ceja?
Es algo muy especial, yo estoy viviendo un sueño, porque asumir esta dirección es asumir la dirección de una de las mejores bandas del país. Nunca me imaginé que me fueran a elegir de director, quizás porque uno muchas veces no valora su trabajo, pero cuando se me dio esta oportunidad fui dichoso, feliz.
¿Qué retos y proyecciones tiene con la Banda Sinfónica de La Ceja?
Vamos a tener la mejor banda del país, pero no es una meta, es una obligación que hay que asumir. No es si yo quiero, nos toca, porque el éxito va de la mano del deseo, del trabajo en equipo, y gracias a Dios me he rodeado de buenos amigos y maestros que ya me han manifestado el apoyo para la escuela de La Ceja, y con seguridad vamos a tener un equipo fuerte acompañándonos, para una gran banda destacada a nivel nacional y por supuesto del departamento de Antioquia. Vamos a seguir dándole el espacio y el lugar que la banda de La Ceja se ha merecido.
Por: Sara Castro - Alejandra Quintero (estudiantes de comunicación social de la Universidad Católica de Oriente)