Diego Castrillón, sacerdote sonsoneño y superior de la Casa de la Victoria de los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca en Venezuela, fue asesinado en la madrugada del pasado lunes 10 de abril tras un robo perpetrado por dos adolescentes de 17 años de edad, quienes robaron computadoras, alimentos y objetos de valor.
El colombiano, de 35 años de edad, dirigía un ancianato en el estado venezolano de Aragua, y llevaba más de 15 años en Venezuela asistiendo a 65 ancianos y niños discapacitados. Según el portal HSBNOTICIAS, “el cuerpo del franciscano fue hallado (con heridas mortales en su cuello), en su oficina en el barrio La Otra Banda, parroquia Castor Nieves Ríos del municipio José Félix Ribas (La Victoria)”.
Sus familiares solicitaron la intermediación de la Cancillería para la repatriación del cuerpo, pero según Olivia Bedoya, madre de la víctima, “el embajador de Colombia en Venezuela dice que a él no lo pueden sacar de allá por haber sido asesinado, y es verdad, a él lo asesinaron allá (…) por robar la comida de los viejitos en el centro geriátrico, donde él era el jefe”.
De acuerdo con el portal web, el Ministerio Público de Venezuela indicó que los dos adolescentes ya habrían sido enviados a la cárcel. El juez del estado Aragua les imputó del delito de homicidio calificado en la ejecución de un robo.
El superior general de los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca, el hermano Luis Miguel Martell aseguró a Aciprensa que “rogamos al buen Padre Dios, para que acoja en su seno a nuestro hermano Diego y de el consuelo a sus familiares, hermanos religiosos y amigos, que lloramos la inesperada pérdida”.
