La temporada de lluvia empieza a consolidarse y deja a su paso daños y problemas.
Hace cinco meses que Doña Amparo Martínez y sus tres hijas habitan una vivienda que está lejos de parecerse a una digna. El mayor problema que afrontan es que alrededor de su casa se estancan las aguas lluvias y este hecho trae consigo la presencia de zancudos, culebras y roedores.
Todo, lo anterior se suma al peligro, los malos olores y la falta dela higiene necesaria. La niña más pequeña, de tres de edad ya ha caído en estas aguas en varias ocasiones por lo cual doña Amparo ha tocado todas las puertas posibles para evitar una tragedia pero nada le han solucionado.
El alcalde ha mostrado intenciones de ayudarles pero las dependencias competentes no han actuado, es lo que le dicen. Ella con su discapacidad tiene que lidiar también con este inconveniente al que no le ve la salida, pues es bien sabido por la comunidad que hay una bodega llena de maquinaria para atender estas emergencias, y a la señora le aseguran que está descompuesta y que debe esperar.
Además, el inconveniente les obliga a encerrarse en la vivienda más temprano de lo acostumbrado para evitar un poco los peligros y mientras esperan que el municipio cumpla con sus deberes y le dé solución oportuna y definitiva al problema.
Colaboración: Julián Ramírez
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