El alcalde de Nariño, Carlos Arturo Marín, manifestó a MiOriente el descontento por parte de la Administración Municipal y la comunidad por el cierre voluntario y transitorio de la planta de sacrificio de ganado, emitido el 4 de octubre del 2016 por el INVIMA, quien clausuró el lugar por el incumplimiento de la norma que lo rige.
El mandatario argumentó que la planta fue clausurada “por detalles como no tener el sacrificio aéreo, que se organizó para poderlo habilitar y un lavamanos que se pudiera abrir con los pies, pormenores que la misma comunidad estaba dispuesta a solucionar con tal de evitar el cierre de la planta”.
“Esto afecta a la región del Oriente lejano en la prestación del servicio para sacrificio de bovinos y porcinos del consumo humano, donde se provee de este frigorífico el municipio de Nariño”, aseguró el Alcalde.
La planta de sacrificio de Nariño inició sus labores hace 16 años, con la orden de una ley gubernamental que le pedía a la comunidad que construyera una planta municipal, donde se pudieran prestar los servicios de sacrificio bovino. A esto, el municipio y la comunidad recolectaron un dinero para la construcción de la planta, en la cual se invirtieron 2.000 millones de pesos.
No solo fue clausurada la planta de Nariño, sino también la planta de sacrificio de ganado de Sonsón, la cual en los últimos días estaba prestando el servicio a los municipios de Argelia, Nariño y Sonsón. “Infortunadamente esta planta también fue clausurada porque no cuenta con una planta de tratamiento adecuada para la dimensión de este lugar. Realmente genera pérdidas porque ni siquiera prestando el servicio a tres municipios alcanza a generar las ganancias que debería. Por esto, ahora nos toca llevar el ganado hasta Rionegro, porque ya no hay dónde más llevarlo y esto está generando pérdidas”, manifestó el alcalde de Nariño, Carlos Arturo Marín.
Por esta razón, algunos de los habitantes de Nariño decidieron realizar un plantón pacífico a las afueras del INVIMA y la Gobernación de Antioquia el próximo 8 de febrero, con el fin de movilizarse y defender las plantas de sacrificio de la región. “Estaremos en la ciudad de Medellín, manifestando nuestro descontento con la situación y luchando por el bienestar de nuestros campesinos, quienes son los mayores afectados por el cierre de esta planta”, afirmó Carlos Arturo.
