UdeA pone en marcha un observatorio para identificar y responder a los desafíos de salud mental en el Oriente antioqueño

La Universidad de Antioquia (UdeA) comenzó la implementación de una herramienta académica y comunitaria que pretende transformar la manera en que se entiende y se gestiona la salud mental en el Oriente antioqueño. Se trata del Observatorio de Salud Mental para la Acción, un proyecto que se desarrolla desde el campus Oriente y que involucra a los municipios de Rionegro, El Carmen de Viboral y La Unión.

El propósito central es crear un espacio permanente de análisis que permita reconocer patrones, necesidades y brechas en la atención, en una región donde las problemáticas asociadas al bienestar emocional han aumentado durante la última década. Factores sociales, históricos y económicos han incidido en que el Oriente figure entre las subregiones con mayores reportes de ansiedad, depresión, consumo de sustancias e ideación suicida.

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A diferencia de otros ejercicios de monitoreo, esta iniciativa busca unir la información dispersa en distintas instituciones y, al mismo tiempo, generar mecanismos para que esos datos deriven en acciones concretas. Por ello, la primera fase se concentra en la creación de un sistema de información regional, diseñado para integrar estadísticas confiables y comparables entre los municipios vinculados.

Otra línea de trabajo es el establecimiento de un protocolo común de recolección y actualización de datos, con el fin de que hospitales, centros educativos, organizaciones sociales y actores comunitarios puedan reportar información de forma articulada y bajo criterios unificados. Esto permitirá identificar variaciones en el comportamiento de los casos y orientar intervenciones ajustadas a cada contexto.

De manera simultánea, el equipo ejecuta un proceso de reconocimiento territorial que incluye encuestas, entrevistas y ejercicios participativos con diferentes grupos poblacionales. Esta etapa busca mapear recursos locales, capacidades institucionales, percepciones ciudadanas y factores que influyen en el bienestar emocional.

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El observatorio es coordinado por la profesora María Isabel Noreña, junto con un equipo interdisciplinario de docentes, investigadores y estudiantes del programa de Psicología. Además, ha sumado la participación de mesas municipales, instituciones educativas y organizaciones comunitarias que trabajan en temas psicosociales.

La universidad destaca que esta herramienta no pretende limitarse al análisis académico. La intención es que la información recolectada se convierta en un insumo para la toma de decisiones, la coordinación interinstitucional y el fortalecimiento de iniciativas locales de acompañamiento y prevención, contribuyendo así a mejorar la respuesta regional frente a los desafíos en salud mental.