Uno la ve con su “gorrita” de Procinal, con su sonrisa enorme, con su franca amabilidad y no se imagina que… que es la skater de los aires que se enfrenta al vacío. Aprendió a levantarse después de los golpes y a entender el propósito del dolor de las caídas. En una patineta rueda y rueda, como si estuviera persiguiendo la mejor versión de sí. ¿Por qué hace lo que hace? Simple: porque no es común que otras lo hagan, porque es justamente eso lo que la hace diferente.