El Oriente Antioqueño es uno de los territorios colombianos donde mejor se conservan las tradiciones católicas. A la fe se añaden, además, emblemáticos líderes religiosos como los sacerdotes que fueron beatificados por el papa Juan Pablo II, en octubre de 1992. En esa ocasión, el sumo pontífice nombró como beatos a siete colombianos, tres de ellos de esta subregión de Antioquia.
Los siete religiosos fueron asesinados durante la guerra civil española, en 1936, en medio de la persecución contra los católicos que dejó más de 4.000 sacerdotes asesinados.
Se reconoce como beatos a aquellas personas que vivieron las virtudes cristianas en un grado superlativo, o que padecieron martirio por su fe. Los fieles católicos les piden interceder por ellos ante Dios
Beato Rubén de Jesús López Aguilar, de Concepción
Nació el 12 de abril de 1908, e ingresó a sus 23 años a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, el 27 de marzo de 1932. Se distinguió por su espíritu de oración y por el amor y cuidado a los enfermos. Trabajó en el hospital de Pasto, asistiendo a los soldados heridos en la guerra, y en 1934 lo trasladaron a la comunidad de Ciempozuelos en Madrid, España.
Su estancia en ese país coincidió con la guerra civil española, durante la cual lo mataron, el 5 de agosto de 1936, en medio de la persecución contra la Iglesia católica.
Beato Melquíades Ramírez Zuloaga, de Sonsón
Bautizado oficialmente con el nombre de Ramón, el beato Melquíades Ramírez Zuloaga nació en Sonsón en 1909, e ingresó a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en 1933.
Como el beato Rubén de Concepción, fue asesinado en España en 1936 durante la persecución contra la Iglesia católica en la guerra civil, a sus 27 años.
Beato Eugenio Ramírez Salazar, de La Ceja
Sus padres lo bautizaron con el nombre de Alfonso Antonio tras su nacimiento en septiembre de 1913, en el municipio de La Ceja, pero cambió su nombre durante su vida religiosa. Emitió los votos ante la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en 1933.
Dos años más tarde fue trasladado también a la comunidad de Ciempozuelos en España para el servicio y la profundización de sus estudios. Al igual que los demás religiosos, fue asesinado en 1936.
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Cada cual con su santo; Colombia tiene la suya
La santa antioqueña, Laura Montoya Upegui (1874-1949), fue canonizada en 2013. Es celebrada por la iglesia cada 21 de octubre y se le reconoce por ayudar a los más desfavorecidos y evangelizar el catolicismo entre las comunidades indígenas. Fue educadora, escritora y misionera, y es la única santa de Colombia.
Sin embargo, hay otro líder religioso colombiano en proceso de canonización, el cual fue autorizado por el papa Francisco. Se trata del sacerdote Jesús Antonio Gómez Gómez, más conocido como el padre “Toñito”, de El Santuario. Aunque es un trámite largo, ya con el inicio del proceso muchos sueñan con tener un segundo santo de Colombia, de nuevo antioqueño.
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