Los miembros de iglesias de varias denominaciones en el Oriente Antioqueño han estado pidiendo a gritos que el Gobierno Nacional se pronuncie sobre las probabilidades de reapertura de sus templos y centros de reunión.
Pues bien, el Ministerio de Salud y Protección Social publicó, en la mañana de este martes, los protocolos de bioseguridad que deben cumplir las comunidades religiosas que estén interesadas en abrir nuevamente sus lugares de congregación.
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Claudia Cuellar, directora (e) de Promoción y Prevención, indicó que el Ministerio de Salud hará el seguimiento y evaluación de estos planes en municipios no COVID-19 o con baja afectación.
Esta es la lista de requisitos:
• La reapertura de las iglesias debe ser coordinada primero con las autoridades locales o alcaldías.
• Todos los asistentes deben estar sentados.
• Al ingreso, las personas deben desinfectar sus manos y las suelas de sus zapatos con alcohol glicerinado.
• Todos deben usar tapabocas con correcta postura y el personal de apoyo debe usar protección ocular.
• Garantizar la aireación natural o ventilación de los lugares de culto, manteniendo puertas y ventanas abiertas.
• Por ninguna razón se debe compartir papelería o documentos de mano en mano.
• Las personas deben mantener un distanciamiento físico de dos metros.
• Las sillas deben estar ubicadas en zigzag.
• Cada congregación debe garantizar la toma de temperatura a los feligreses al ingreso.
• Cada iglesia debe llevar a cabo un plan piloto durante 15 días con un aforo máximo de 50 personas, siempre y cuando se cumplan los dos metros de distanciamiento.
• Culminada dicha prueba, las iglesias realizarán otro plan piloto, también con duración de 15 días, en el cual se permitirá un aforo de hasta el 35% con la distancia social de dos metros entre personas sentadas.
• Procurar que no se rompa el distanciamiento físico de dos metros entre las personas a la hora de la salida.
• Evitar cualquier actividad que implique la manipulación de alimentos.
• Garantizar el uso de baños públicos dentro de las instalaciones del culto, proveyendo agua potable, jabón y toallas desechables.
• Los asistentes no deben llevar cirios, velas o velones a los templos, y evitar portar carteras u objetos no necesarios para la celebración.
• Llevar una lista de las personas que ingresan a las reuniones, no sin antes confirmar la asistencia de cada uno por teléfono o correo electrónico para evitar conglomeraciones.
• Las misas, celebraciones, cultos, etc., no deben tener una duración superior a una hora.
“Los responsables del lugar de culto deben informar previamente sobre los horarios y formas de participar en los servicios religiosos y actos litúrgicos. Se invitará a ir directamente de la casa a la celebración y, al terminar, la población debe regresar inmediatamente a su hogar”, explicó MinSalud.
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Otra de las directrices emitidas por el gobierno es que el personal que apoya logísticamente las celebraciones religiosas debe estar capacitado en medidas generales de bioseguridad, y en especial en la identificación de signos y síntomas que permitan detectar una sospecha de contagio.
Es decir que, al ingreso de las iglesias, el personal de apoyo tendrá que tomar la temperatura de los asistentes y, si es necesario, prohibir el ingreso de personas con fiebre. Lógicamente, los espacios deben estar desinfectados, y el ingreso de niños, adolescentes y mayores de 60 años está prohibido.
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“Uno de los puntos más importantes es que, al momento de sentarse, se debe realizar una disposición de las instalaciones del lugar de culto que garantice el distanciamiento físico de dos metros de distancia lateral, un metro hacia adelante y un metro hacia atrás de distancia, entre persona y persona. No se permiten personas de pie diferentes al personal de apoyo”, añadió Cuellar.
Claro está, los fieles no deben saludarse de mano, beso o abrazo. De hecho, quienes tengan hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer, VIH, obesidad o desnutrición, deben abstenerse de ir.
