Todo un huracán político levantaron las audiencias del exjefe de las Autodefensas Unidas de Colombia, Salvatore Mancuso, sobre la presunta relación que tuvieron los paramilitares con las campañas presidenciales de Álvaro Uribe, Andrés Pastrana y Horacio Serpa.
Las declaraciones de Mancuso en la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) tomaron mayor relevancia cuando el exjefe paramilitar aseguró que fue Uribe quien habría ordenado que le quitaran el esquema de seguridad a Eudaldo Díaz, exalcalde de El Roble, Sucre, tras lo cual los “paras” lo asesinaron en 2003.
En la noche de ayer, Uribe publicó un video de once minutos en el cual señaló que las declaraciones de Mancuso son una venganza por la orden que dio, cuando era presidente, para que el expara fuera trasladado desde el centro de reclusión habilitado en La Ceja hacia la cárcel de máxima seguridad de Itagüí.
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Según el exmandatario, ese traslado se hizo por el plan de fuga que tenía Mancuso, quien finalmente fue extraditado a Estados Unidos en 2008.
Además Uribe anunció que denunciará penalmente a Mancuso ante la justicia de Colombia y Estados Unidos, con el fin de que se retracte de las graves acusaciones que hizo esta semana.
