Una de las citas más importantes que tenía en su agenda en Estados Unidos el presidente Gustavo Petro, era una cena en el Museo Americano de Historia Natural, en Nueva York, donde otros 150 presidentes estuvieron presentes, entre ellos Joe Biden; a este encuentro Gustavo Petro llegó una hora tarde.
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Aunque no hay un pronunciamiento oficial desde presidencia, hasta el momento atribuyen el retraso de una hora a demoras en sus demás citas agendadas en el transcurso del día, y además al pesado tráfico de la ciudad de Nueva York.
Aunque no se trataba de un encuentro bilateral entre los mandatarios, Gustavo Petro sí tenía la expectativa de ver y saludar al mandatario estadounidense durante la cena y al menos darle un estrechón de manos, puesto que su homólogo lo llamó el día que obtuvo el triunfo en las urnas colombianas.
En contexto
La agenda ambiental para rescatar el Amazonas debe pasar de las palabras a los hechos, concluye Presidente Petro como balance de su visita a la ONU
Una visión diferente planteó el presidente de Colombia, Gustavo Petro, al mundo, reunido en el periodo 77° de sesiones de la Asamblea de la ONU, en cuanto a la agenda ambiental para preservar y rescatar a la selva amazónica, al pedir pasar de las palabras a los hechos y adoptar medidas inmediatas, ya que por cuenta de la crisis climática está en juego la supervivencia de la especie humana, como dice la ciencia.
El jefe de Estado colombiano les pidió a los países reunidos en Naciones Unidas y en los foros y las reuniones bilaterales paralelas, durante su primera visita a Estados Unidos, que el discurso quede atrás, porque es “hipócrita”, ya que mientras se habla del Amazonas, este está siendo quemado y arrasado.
Por lo tanto, afirmó, una de esas acciones inmediatas, si los países desarrollados no lo quieren hacer, es que reduzcan la deuda externa de las naciones latinoamericanas, para así contar con los recursos con los cuales revitalizar al llamado ecosistema más grande del mundo.
“Si no tienen la capacidad para financiar el fondo de la revitalización de las selvas, si pesa más destinar el dinero a las armas que a la vida, entonces reduzcan la deuda externa para liberar nuestros propios espacios presupuestales y, con ellos, realizar la tarea de salvar la humanidad y la vida en el planeta. Lo podemos hacer nosotros si ustedes los del norte no quieren. Solo cambien deuda por vida, por naturaleza”, expresó.
Agregó que cuando más se necesitaban las acciones, cuando los discursos ya no servían, cuando era indispensable depositar los dineros en los fondos para salvar la humanidad, cuando había que alejarse cuanto antes del carbón y del petróleo, “se inventaron una guerra y otra y otra”.
“Destruir la selva, el Amazonas, se convirtió en la consigna que siguen Estados y negociantes. No importa el grito de los científicos bautizando la selva como uno de los grandes pilares climáticos. Para las relaciones del poder del mundo, la selva y sus habitantes son los culpables de la plaga que las azota”, aseveró.