El reconocimiento de un Pan de Bono como el segundo mejor pan del mundo, según el prestigioso portal Taste Atlas, ha sido recibido con júbilo y orgullo por parte de la comunidad panadera del país. Para Jairo Ramírez, un marinillo que se asentó en Cali, y que fue ganador del premio a Mejor Maestro Artesano Pastelero de España 2024, y propietario de la panadería Kuty, una de las más emblemáticas de la ciudad, este hecho es un hito que refleja el compromiso y la pasión que han dedicado durante años a la elaboración de este delicioso pan.
"Nosotros veníamos siendo objeto de ese reconocimiento desde años atrás (cuatro años para ser exacto), pero no lo sabíamos. Fue cuando salió identificado como el mejor pan de bono de Colombia que nosotros empezamos a indagar, y nos dimos cuenta que este portal especializado en alimentos nos había destacado", expresó don Jairo, destacando la sorpresa y el reconocimiento a nivel internacional que ha generado este galardón.
El Pan de Bono, una delicia culinaria que combina la suavidad del queso y la esponjosidad de la masa, ha sido durante décadas un símbolo de identidad para los caleños. Su reconocimiento como el segundo mejor pan del mundo subraya no solo la calidad excepcional del producto, sino también la habilidad y la dedicación de los panaderos locales.
"El Pan de Bono es nuestro pan más emblemático como colombianos, y eso hace que este reconocimiento sea aún más especial e importante", señaló Jairo Ramírez, resaltando la importancia de este logro para la comunidad panadera, y para su trayectoria de más de 47 años en el oficio. "En España, que fue donde nos dieron el galardón, varios de los jurados nos dijeron que ellos lo habían postulado como el número 1", puntualiza Jairo Ramírez.
En respuesta a este reconocimiento, la panadería local planea expandir su presencia tanto a nivel nacional como internacional. "Hemos tenido manifestaciones muy aceptadas por parte de la gente, en los almacenes y supermercados ya nos piden nuestros productos y ahorita que estuvimos en España, el embajador de Colombia en ese país, Eduardo Ávila Navarrete, solicito no que exportáramos el producto, si no que estableciéramos una panadería allá, donde podamos hacer todo el proceso desde ceros", mencionó Don Jairo, resaltando las oportunidades de crecimiento para su negocio Kuty (que da empleo a más de 700 empleos entre su panadería de Cali, y una en Bogotá) que ha generado este reconocimiento.
El maestro panadero también se refirió a la historia del Pan de Bono, que se remonta a una finca en la vereda Limonar del municipio de Dagua, Valle del Cauca. "Este producto es absolutamente colombiano, de un pueblo que se llama Dagua, que está a 40 minutos de Cali. Nació en la hacienda Bono, que se encuentra en la vereda Limonar. De allí salió, y varias personas empezaron a imitar esta preparación", compartió Don Jairo, destacando el origen humilde y criollo del Pan de Bono, desmintiendo la historia que decía que este provenía de Italia, de un hombre que vendía pan del bono (pan del bueno, en italiano).
El reconocimiento del Pan de Bono como el segundo mejor pan del mundo es un logro significativo que destaca la calidad y la tradición de la panadería colombiano. Es un homenaje merecido a un producto que ha deleitado los paladares de locales y visitantes durante generaciones, y que ahora brilla con luz propia en el escenario internacional.
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