Ciudades como Berlín, Venecia, Río de Janerio, Montevideo, Bogotá y Medellín han celebrado durante años encuentros periódicos en torno al arte, logrando de ellos bienales reconocidas y aclamadas por los artistas y la crítica. Partiendo de la siguiente afirmación: “las bienales se celebran en grandes ciudades” y “lejos de comparar a El Santuario con Medellín o Río de Janeiro”, al artista santuariano, Argiro Quinchía, se le instaló una pregunta en la cabeza que tuvo que resolver, siendo esto el génesis de la Bienal de Arte El Santuario, evento que en noviembre llega a su segunda versión.
¿Y qué le falta a El Santuario en pintura y tradición artística para que no se pueda hacer una bienal? Así fue como en el 2015 empezó todo.
Hablar de bienal, entonces, es remitirse a un evento que se realiza cada dos años, y por ende, bienal de arte, es “reunir expresiones artísticas, puntualmente en torno a la plástica y la pintura, como lo es en este caso la Bienal de Arte El Santuario”, argumentó Quinchía, actual director de la Escuela de Bellas Artes de la Casa de la Cultura del municipio, lugar de la bienal.
Aunque “fue un atrevimiento”, reconoce Argiro, “pues implicó una logística y presupuesto que desafiaba constantemente el proyecto, de inmediato la bienal tuvo buena energía y una acogida impresionante”. Con la participación de nueve municipios del Oriente, 26 expositores de trayectoria nacional e internacional y una buena acogida por parte de la comunidad, “la primera Bienal de Arte El Santuario fue grandiosa”.
Con una tradición artística “riquísima y amplia”, El Santuario tiene escritos en su historia nombres de artistas como Francisco Claver Ramírez, Floro Exequiel Zuluaga y Francisco Gómez, a quienes Argiro acuña, por su trabajo, “una época de oro en el municipio en cuanto a pintura”, y quienes sin duda alguna “abrieron años atrás las puertas que hoy nos permiten llegar hasta acá”.
“Que la región aparezca siempre ahí, mirarnos como Oriente Antioqueño saliendo de ideas acomodadas de lo que significa hacer parte de esta tierra”. Esa es la filosofía de la bienal, evento que el artista santuariano asegura “en diez años será departamental, luego nacional, y estará apoyado por la ONU y la Unesco. Los artistas harán fila para estar en ella”.
Atendiendo a esa filosofía, la primera versión permitió descubrimientos sorprendentes donde se “impuso el conflicto como protagonista, metido de una forma visceral en el cotidiano. A pesar de que en el Oriente Antioqueño el conflicto es una historia muchas veces contada, en torno a él se revelaron temas sobre la metáfora y las nuevas poéticas del arte”.
Fue así como el artista Esteban Muñoz, con “algo tan simple”, se llevó el primer puesto en la primera Bienal de Arte El Santuario con su propuesta "Renacer". “Él, a partir de unas fotografías, un ensamble y su instalación, las recreó en urnas de cristal con tierras y semillas”. Fue, en palabras de Quinchía, “una obra orgánica, activa y contundente”.
En noviembre llega la segunda versión de la bienal, para la cual el Director hace una invitación a “todos los artistas del Oriente Antioqueño a que se acerquen y participen”. Durante los días 11, 12, 13 y 14 de noviembre se realizarán la selección de obras (consulte las bases de la convocatoria) y posteriormente, el sábado 18 de noviembre, inaugurar el evento en la Casa de la Cultura del municipio, que promete ser por esos días “el espacio donde el espíritu se matiza por lo que significa vivir…”.
