¿Quién fue Mario Acevedo Acebedo, y por qué nombraron una biblioteca en El Carmen de Viboral en su honor?

Mario Acevedo Acebedo fue un escritor carmelitano cuya vida y obra permanecen envueltas en el misterio. Aunque se sabe poco de su historia personal, quienes lo conocieron lo recuerdan como el principal impulsor de “La Carreta de Leer”, un programa de promoción de lectura que inició en 1995 y que aún hoy es recordado por su influencia en la Biblioteca Pública Municipal Jesús Antonio Arango Gallo.

Mario, silencioso y reservado, pasó gran parte de su vida manteniendo sus escritos en la sombra, hasta que la insistencia de su familia, especialmente de su sobrino Óscar Fernando Arango Acevedo, logró que publicara una parte de su obra poética en el poemario Balastros en 2019.

Mario Enrique Acevedo Acebedo, nació el 10 de junio de 1952 en El Carmen de Viboral, fue un destacado promotor de la lectura y un ferviente defensor del servicio público a través del voluntariado. Su legado se cimenta en un compromiso inquebrantable con la cultura y la promoción de la lectura, manifestado a lo largo de su vida tanto en su papel de empleado de la extinta Caja Agraria, como en su labor como promotor en la Biblioteca Pública Municipal Jesús Antonio Arango Gallo.

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En 1995, Acevedo Acebedo cofundó el innovador proyecto “La Carreta de Leer” junto a Javier Naranjo, un programa pionero en el campo de las Bibliotecas Itinerantes. Este proyecto revolucionó la forma en que los libros llegaron a las comunidades más apartadas, utilizando una carreta de madera, previamente perteneciente al personaje local Tontoleo, para llevar literatura a las calles de El Carmen de Viboral. Durante más de una década, Acevedo Acebedo arrastró esta carreta, llevando libros y fomentando la lectura entre niños y adultos que de otro modo no habrían tenido acceso a ellos.

A pesar de su impacto significativo, Acevedo Acebedo mantuvo un perfil bajo, evitando la exposición pública y las cámaras. Su trabajo, a menudo en la sombra, fue vital para el desarrollo cultural del municipio, aunque su figura permaneció relativamente desconocida en los documentos oficiales y registros históricos.

Sin embargo, su labor fue reconocida con varias publicaciones y premios, incluyendo el premio “Experiencias Exitosas en Lectura” de la Gobernación de Antioquia en 2005, una mención en el programa de TV “Llave Maestra” de Teleantioquia en 2009, y el apoyo del Programa Nacional de Concertación Cultural del Ministerio de Cultura en 2015.

Mario Acevedo Acebedo falleció el 4 de enero de 2024, a los 71 años, después de pasar sus últimos años aislado en su residencia en la vereda Camargo, donde continuó escribiendo poemas y participando en debates culturales y urbanos. Su obra literaria, incluyendo el poemario Balastros, refleja su dedicación a la reflexión y el compromiso con la palabra.

Para honrar su memoria y reconocer su contribución al desarrollo cultural del municipio, la Biblioteca Pública Rural de Boquerón en su honor. Esta designación busca rendir homenaje a su vida y obra, convirtiendo su legado en una fuente de inspiración y ejemplo para las generaciones futuras.

Su poesía, apenas conocida por quienes lo rodearon, revela su profunda relación con la literatura, no como una forma de registrar eventos o demostrar conocimientos, sino como un acto esencial para su ser. La escritura era para Mario un ejercicio de libertad, una forma de dignificar su vida, siempre desde la contemplación y la introspección. Su obra, especialmente en Balastros, se caracteriza por una mística implosiva y despersonalizada, con una exploración de temas como la muerte, la vida, los pájaros y las flores. A través de estos elementos, Mario construye una poética que invita al lector a reflexionar sobre lo efímero y lo esencial de la existencia.

Los versos de Balastros están cargados de un simbolismo sutil que convierte lo cotidiano en una revelación profunda. La naturaleza aparece como un escenario para la introspección y la meditación, donde el lector es llamado a contemplar la realidad desde la experiencia mística del momento presente. Mario escribe desde una posición de asombro, como si sus palabras fueran recogidas del viento y la memoria colectiva, dejando claro que su escritura no le pertenece, sino que es una manifestación de fuerzas superiores.

Así, Mario Acevedo Acebedo se presenta como un poeta fugaz y atípico, un creador que, a través de su obra, busca explorar el núcleo de la realidad y expresar lo inefable. Aún queda mucho por descubrir en su obra y su cosmovisión literaria, pero Balastros nos da un primer acercamiento a un poeta cuya voz resuena con un sentido trascendental y universal.

Mario Enrique Acevedo Acebedo será recordado por su pasión inquebrantable por la lectura y su generoso servicio a su comunidad, demostrando que el verdadero impacto cultural a menudo se forja en la humildad y el compromiso desinteresado.

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