Con corbata, chaleco, impecable y elegantemente vestido de negro, se acicala para iniciar el día y con tijera en mano, esculpir y sacar la mejor forma del pelo de sus clientes.
Él es Andrés Franco, un rionegrero de 21 años que hoy ha dado pasos bastante grandes en el mundo de la barbería en el departamento y el país, y que cuatro años atrás no imaginaba estar donde está hoy. Conozca su historia: