El mercado de criptomonedas ha crecido considerablemente en países como México, Colombia y Argentina, que lideran el uso de activos digitales en la región, impulsados por la búsqueda de alternativas frente a la inestabilidad económica.
Durante los primeros tres meses de 2025, el uso de criptomonedas en América Latina experimentó un notable crecimiento.
En un contexto de alta volatilidad monetaria y desconfianza hacia los sistemas financieros tradicionales, cada vez más latinoamericanos recurren a las monedas digitales no solo como resguardo de valor, sino también como herramienta cotidiana para pagos e inversiones.
Argentina y Venezuela encabezan este fenómeno regional, posicionándose como los países con mayor tenencia de activos cripto ante mercados emergentes como Colombia.
Un refugio ante la inflación y la devaluación
La creciente adopción de criptomonedas en Latinoamérica no es casual: está motivada por factores estructurales profundamente arraigados en la economía de varios países de la región.
La constante devaluación de las monedas locales, sumada a la inflación persistente, ha llevado a millones de personas a buscar nuevas formas de preservar su poder adquisitivo.
Las criptomonedas, especialmente Bitcoin y las stablecoins, se presentan como una alternativa viable para protegerse del deterioro del valor de las monedas nacionales.
En este contexto, el ahorro en criptoactivos se ha vuelto cada vez más común, sobre todo entre quienes han perdido la confianza en los bancos tradicionales o enfrentan restricciones para acceder a divisas extranjeras.
El uso de criptomonedas como medio de pago ha cobrado fuerza en países donde la inflación es especialmente aguda y donde las soluciones digitales de pago ya están bien arraigadas en la vida cotidiana.
De acuerdo con un informe de Chainalysis, el uso de criptomonedas como medio de pago creció un 47% en América Latina. En Argentina, el 40% de las operaciones en criptomonedas durante este trimestre se relacionaron con pagos, lo que revela un patrón claro en la funcionalidad práctica de estos activos.
El crecimiento del ecosistema cripto en América Latina parece consolidarse como una tendencia duradera.
