El Oriente Antioqueño ha vivido en los últimos días una fuerte ola invernal, la cual ha provocado inundaciones, derrumbes, desplome de viviendas, caída de árboles y el desbordamiento de algunas quebradas en varios municipios de la región, entre ellos Marinilla, Guarne, El Santuario y El Retiro. MiOriente, consultó con Diana María Henao García, jefe de la Oficina de Ordenamiento Ambiental del Territorio y Gestión del Riesgo de Cornare, quien dio detalles sobre el proceder del tiempo húmedo y las posibles razones del porqué se presentan dichos episodios en el territorio.
“Estamos en una temporada continua del fenómeno de La Niña, cuando aparece este fenómeno es porque las condiciones del océano bajaron mucho la temperatura y los vientos que se generan traen lluvias a estas zonas del continente. Todo el año hemos estado con el fenómeno de La Niña a pesar de ver días soleados, porque persisten las condiciones de enfriamiento. En la primera y segunda semana de mayo se han incrementado las lluvias, sumado a la época invernal que normalmente se ve”, dijo Henao García.
En efecto, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) alertó sobre el repunte de la época de lluvias durante las primeras semanas de mayo, donde las regiones Andina, Pacífica, Orinoquía y Amazonía serían las más afectadas.
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Y es que la causa de las inundaciones radica principalmente en la acumulación de agua en los suelos, los cuales, según la experta, “se encuentran saturados, entonces todo lo que llueve no puede ser infiltrado en los suelos, montañas y quebradas. Cuando cae el agua, se desemboca en algo que llamamos como escorrentía libre, donde todo lo que cae no se infiltra, sino que corre libre por las calles”, añadió.
Según la funcionaria de Cornare, los fenómenos que se han presentado no corresponden a un efecto fluvial sino pluvial, lo cual significa que las emergencias de los últimos días están relacionadas con la gran cantidad de agua lluvia que no tiene la capacidad de albergarse en los ecosistemas.
Y es que la ciudadanía cumple un rol importante en la prevención de las emergencias, ya que buena parte de los eventos se presentan por la acumulación de residuos sólidos en los caños y sistemas de recolección de aguas, además, por la manipulación de los espacios naturales con actividades como la quema y tala de árboles en los diferentes territorios, que generan una fuerte descompensación.
“Tenemos una cultura que no dispone adecuadamente los residuos y hay demasiado comportamiento de tirarlos al suelo, y todo eso le resta capacidad de evacuación a las quebradas y alcantarillas. Se necesita mejorar el comportamiento familiar e individual”, dijo la experta.
Finalmente, es necesario que cuando se presenten escenarios adversos donde los eventos estén relacionados con la lluvia, la ciudadanía se ponga en contacto con las líneas de emergencia dispuestas por los organismos de socorro de cada localidad.