El Magdalena Medio fue un territorio azotado por el narcotráfico y el paramilitarismo durante aproximadamente tres décadas. Ese terror podría retornar, debido a que, al parecer, varios desmovilizados se estarían reagrupando para volver a delinquir en esta zona.
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Hace dos años, aproximadamente, cuando comerciantes, empresarios y comunidad en general volvieron a sus actividades cotidianas tras la pausa obligada con motivo del COVID-19, notaron la presencia de personas que estaban realizando acciones ilegales en sus tierras.
Un informe de El Colombiano señala que la organización criminal es conocida como el Clan Isaza o Clan Oriente, a quienes las autoridades no les han puesto freno y en el momento se encuentran en proceso de expansión.
“Las redes del grupo pasan por tres departamentos: en el Oriente de Antioquia ejercen influencia en los municipios de El Carmen del Viboral, La Unión, Sonsón, Cocorná, San Francisco, Nariño, Argelia, San Luis, Puerto Berrío y Puerto Triunfo; en Caldas, los tentáculos llegan a Samaná, Norcacia y La Dorada; y en Santander, se extienden a Cimitarra”, dice El Colombiano en su informe.
Con el fin de fortalecer este grupo armado, exmiembros de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio (ACMM), que se desmovilizaron en 2006, al parecer, decidieron regresar a su accionar delictivo; incluso, los hijos de quienes fueron los comandantes de las ACMM continúan azotando a la comunidad.
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Precisamente, los exintegrantes de las ACMM estarían decididos por los cultivos ilegales de droga; también brindan apoyo logístico para el transporte de la misma y estarían aliados con “La Empresa”, que delinque en Tolima y el Magdalena Medio; “Los Porteños”, de Puerto Triunfo; y “La Autopista”, de San Luis.
Adicionalmente, se conoció que su principal enemiga es “El Mesa”, una estructura delincuencial del Valle de Aburrá y el Oriente Antioqueño que le disputa las plazas de vicio en Antioquia.
Alias “Terror”
En los últimos días, la Fiscalía informó que fueron embargados 65 bienes de Oliverio Isaza Gómez, alias “Terror”, que figuraban a nombre de sus familiares y terceras personas. Se trata de 39 predios rurales y ocho urbanos, así como 18 vehículos, valorados en $50.000 millones, y que al parecer “fueron permeados por dineros producto de la actividad ilícita que desarrolló el excomandante de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio”, expresó la Fiscalía, que además agregó que los embargos se hicieron en Sonsón, Puerto Nare y Puerto Berrío.
De esa manera, habitantes del Magdalena Medio temen que las épocas del narcotráfico y la violencia que vivió su territorio estén volviendo poco a poco, pues señalan que la tranquilidad que vivieron durante varios años se está esfumando.
