Son muchas las vacantes laborales que a diario son ofertadas en las páginas web, a las que no solo pueden ingresar los interesados en obtener un trabajo, sino todos aquellos que aprovechan la necesidad de otros para estafarlos a través de varias modalidades; y es que estas nunca serán suficientes cuando se trata de la creatividad y la malicia de los inescrupulosos.

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    • En el caso de las ofertas laborales, siempre habrá que desconfiar cuando se reciben respuestas casi inmediatas, donde se asegura que el empleo ya es suyo o el interés radica en que haya una consignación bancaria para poder seguir en el proceso.

    El caso conocido recientemente por MiOriente pareciera ser muy tentador; en él, una persona, supuestamente un profesional en el área de ingeniería ambiental, se comunica con el interesado una vez este envía su hoja de vida por uno de los portales web, el cual estaría avalado por una agencia de empleo digital.

    Cuando ya están en contacto, quien se encuentra al otro lado de la línea de WhatsApp le asegura a la persona interesada que ya cuenta con la vacante y que solo faltaría que realice los cursos restantes a través de una academia indicada por él.

    Debes realizar los cursos de primeros auxilios, nivel básico de manejo de extintores y prevención de incendio y un curso avanzado en alturas

    indicó en esta oportunidad un sujeto que se identificó como Juan Camilo Velandía.

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    Estos cursos, cotizados en más de un millón de pesos, debían ser cancelados con prontitud para que así el aspirante pasara a la siguiente fase, en la que de manera virtual realizaría una entrevista y, posteriormente, la firma del contrato. “El puesto ya es seguro, usted está adentro, solo es que cancele y listo. Bienvenido a nuestra empresa”, manifestó el sujeto durante una llamada que sostuvo con el aspirante.

    Este tipo de ofertas suele ser muy llamativo por la rápida respuesta de contratación. En este caso el aspirante logró ser aceptado en menos de una hora, pero por fortuna no canceló el valor solicitado.

    Delitos cibernéticos como este son muy comunes y muchas personas han perdido dinero en consignaciones que oscilan entre los $50.000 y los tres millones de pesos, o incluso, en ocasiones, una cifra más elevada.

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