La señora lleva semanas pensando que está gorda. No para de comer, la cintura ancha que se le estalla, las mejillas a rebosar. Almuerza y lava los platos, se mira al espejo. Estoy gorda, asquerosa, se dice antes de salir.
Cierra la puerta de su casa, echa seguro y camina la calle empinada. En la esquina hay una tienda. Fuera de ella, en una de las mesas, tres hombres toman cerveza. Ellos la miran, la señora responde inquieta con un leve brillo. Estoy gorda, estoy gorda, se dice y se dice como si fuera una canción de cuna.
Un paso más, otro, otro, y ellos miran, no dejan de mirar. La señora, quedamente, empieza a enojarse, la mirada seca. Estoy gorda, estoy gorda.
Empiezan a reír, se carcajean.
-Ahí viene la nevera- dice uno. Los demás responden a carcajadas.
La señora no deja de observarlos: sus bocas a grandes dientes, sus cervezas, su entusiasmo. Estoy gorda, estoy gorda. Irrespetuosos. No debí salir a la calle. Y ellos ríen y ríen. ¡Malditos! Espere y verá cuando llegue a la esquina. ¿Acaso creen que no los escuché? Nevera será su madre. ¿Pero sí estoy tan gorda? Ay no.
Frunce el ceño, sus ojos furia, y ellos dejan de sonreír. Saben que los escuché, saben que los escuché, espere y verá. Los ve ahora dubitativos, voltean y la miran de nuevo, y ella no deja de clavarles sus ojos oscuros.
Ellos miran atrás de la señora y la abandonan. Sinvergüenzas, se dice ella. Se gira hacia atrás y veinte pasos a su espalda dos hombres escalan la calle con una nevera a cuestas.
La señora mira de nuevo a los tres hombres y les devuelve una sonrisa que rebosa en sus mejillas. Cruza la esquina. No estoy tan gorda, ¡verdad! Hasta la blusa me hace ver más delgada.
* Juan Camilo Gallego Castro (Guarne, Colombia, 1987) es periodista de la Universidad de Antioquia. Autor del libro Con el miedo esculpido en la piel. Crónicas de la violencia en el corregimiento La Danta (2013), es especialista en derechos humanos y derecho internacional humanitario de la Universidad de Antioquia y estudiante de una maestría en Ciencia Política.