Las tres religiones monoteístas, las tres religiones más grandes del mundo, comparten un mismo tronco. El Judaísmo, el Cristianismo y el Islamismo tienen un mismo origen representado en Abrahám. Las tres parten de la idea de un nexo directo con Dios, con su pueblo, y un mensaje que es transmitido a través de los profetas, dignos representantes de Dios, o como en el Cristianismo, por su propio hijo, Jesús de Nazaret.
La celebración de la Semana Santa, que por estos días vive el mundo cristiano, está unida también a celebraciones de igual importancia en el mundo judío y en el mundo musulmán. Los cristianos, de mayoría católico-romana en nuestro territorio, celebran la pasión, muerte y resurrección de Jesús, el Unigénito de Dios, y quien fue el medio por el cual Dios Padre salvó al mundo del pecado. Esta celebración que se orienta desde la Iglesia por un tiempo de preparación y disposición del alma y cuerpo (cuaresma), tiene su culmen en la celebración de la Pascua, noche en que Cristo vence la muerte y da la salvación al mundo entero.
Sin embargo, no es la única celebración religiosa por estas fechas, del mismo modo, los judíos celebran la Pascua, misma que Cristo quiso celebrar con sus discípulos momentos antes de morir, y que se conmemora con la liturgia del Jueves Santo. La Pesaj (en hebreo) o Pascua, conmemora la salida del pueblo de Israel de Egipto después de cuatrocientos años de esclavitud, que se relata en el libro del Éxodo. La Pascua es una de las celebraciones más importantes del mundo judío no solo por la conmemoración de la liberación de Egipto sino porque es el momento en que los judíos se constituyen como pueblo, toman conciencia de una nación libre y dotada de una ley validada además por Dios.
Esta celebración consta de una serie de ritos hogareños en los que también se prohíbe la ingesta de ciertos alimentos, como lo hacen también los cristianos católico-romanos y los musulmanes. Esta celebración se da a partir del día 15 del mes hebreo de Nisán, que en nuestro calendario moderno corresponde a la última parte del mes de marzo y la primera del mes de abril.
Asimismo, mientras el mundo cristiano conmemora la muerte y resurrección de Jesús, el mundo islámico conmemora el martirio del Imán Hussein, el nieto del profeta Mahoma, quien fue sacrificado en el año 681, al igual que muchos de sus seguidores en las llanuras de Karbala, actual Iraq. Este acontecimiento enlutó la historia del Islam y los musulmanes conmemoran este suceso durante el mes de Muharram, primer mes del calendario lunar y que coincide con la Semana Santa y la Pascua Judía.
De esta manera, no son solo los más de 1.200 millones de católicos-romanos los que celebran una fecha especial durante esta semana, sino también los más de 1.600 millones de judíos y musulmanes que conmemoran fechas históricas basadas en su tradición.
