La cocina colombiana es como una mujer mal organizada. A la cocina colombiana hace falta darle altura, clase, y por supuesto, el lugar que merece su diversidad y riqueza, durante años relegada y sumisa, frente a la buena aceptación de la que gozan cocinas como la francesa, italiana o peruana.
Y eso lo tiene claro Sergio Botero, un chef del Oriente Antioqueño que luego de experimentar en varias cocinas del mundo, de viajar, conocer y practicar, vio en Marinilla un lugar perfecto para la Con-Tradición. Un restaurante que va más allá de un juego sugerente de palabras.