El pasado 23 de abril, el gobernador (e) de Antioquia, Luis Fernando Suárez, envió un S.O.S al Gobierno Nacional luego de que varias instituciones prestadoras de servicios de salud alertaran sobre una posible escasez de oxígeno médico en el departamento, hecho que dificultaría gravemente la evolución de los pacientes con COVID-19.
Ante este hecho, la Alcaldía de Rionegro salió al paso a informar que, actualmente, en los centros asistenciales de la localidad no se presenta esta misma circunstancia, “a la fecha, ninguno de los hospitales o clínicas del municipio presenta desabastecimiento, y los proveedores han asegurado que pueden seguir manteniendo las entregas de oxígeno en las cantidades y frecuencias en las que lo vienen haciendo”, informó la Alcaldía a través de un comunicado.
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Sin embargo, la Secretaría de Salud de Rionegro instó a las IPS hospitalarias a estar en permanente comunicación e informar a la administración municipal en caso de que las entregas disminuyan, para realizar las gestiones pertinentes ante los Gobiernos Nacional y Departamental.
“Reiteramos el llamado a las personas que tienen en su poder pipetas de oxígeno o concentradores que no están usando, hacer devolución a través de las empresas que se los suministraron ya que, debido a la falta de estos elementos, personas que pueden ser atendidas de manera domiciliaria deben permanecer en los hospitales o clínicas debido a la falta de estos insumos”, añadió la misiva.
Según Suárez, si el próximo miércoles los indicadores en disponibilidad de oxígeno no mejoran en el resto del departamento, se realizará la solicitud formal para un cierre más prolongado y con mayores restricciones en Antioquia.
