El plan que inició Cornare, para controlar la reproducción de estos mamíferos en Doradal y el Magdalena Medio, ha presentado bajos rendimientos hasta el momento. Múltiples factores, el clima y las dificultades para atraer a los animales, pues ya no está funcionando el sistema de ceba, estarían llevando a que el proceso termine siendo ineficiente e insuficiente para controlar la reproducción y sobrepoblación de esta especie invasora, que amenaza los ecosistemas de la región.
David Echeverri, jefe de Gestión de Biodiversidad de Cornare, explicó que a finales del año pasado solo pudieron llevar a cabo la esterilización quirúrgica de seis hipopótamos, dos hembras y cuatro machos, de los 20 individuos que tenían previsto operar para finales de 2023, para cumplir así con un cronograma que buscaba garantizar cierta eficacia del proceso y alcanzar al menos 40 hipopótamos intervenidos para 2024.
La lista de obstáculos a superar es larga, comenzando por una ola de lluvias que afectó al Magdalena Medio y complicó la logística para iniciar los procedimientos en Doradal. Sin embargo, el mayor contratiempo surgió semanas después del inicio del plan de esterilización, cuando el sistema de ceba, utilizado para atraer a los animales y contenerlos en corrales antes de sedarlos y operarlos, dejó de funcionar.
La bióloga Nataly Castelblanco sugirió que es posible que los hipopótamos hayan aprendido a evitar los cebos. Ahora, el equipo de Cornare espera reiniciar el proceso a finales de enero, con la esperanza de obtener mejores resultados que permitan recuperar los retrasos acumulados. Se prevé mantener la misma metodología, ya que el problema no radica ni en el procedimiento ni en el personal, dado que el método utilizado sigue siendo lo más seguro posible tanto para las personas que realizan la cirugía como para los propios animales.
