Este pigmento azul fue desarrollado por Ecofloracares, una empresa colombiana dedicada a desarrollar bioinsumos amigables con el medio ambiente, el cual ya fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. Dicho colorante ha sido llamado como Azul Jagua, por la especie de árbol del que se extrae: la jagua, el cual crece en los municipios de San Luis, San Carlos, San Rafael, Sonsón y Puerto Triunfo.
La empresa afirma en su página web que el color azul es escaso en el mundo vegetal. Por esta razón, hallar un colorante natural que sea estable en diferentes se ha vuelto una obsesión para la industria del color, sobre todo en el ámbito gastronómico, que, por ejemplo, requiere de componentes químicos para darle el color azul a los helados.
Este árbol ha estado centrado en el aprovechamiento de la madera, aunque algunas comunidades indígenas han utilizado su futa no madurada para tatuajes temporales, mientras que la madura, sirve de alimento para algunos animales. Adicionalmente, su cultivo ha demostrado un potencial enorme para la recuperación de los suelos degradados por minería y sobrepastoreo, y para la protección de las fuentes hídricas.