Con apenas nueve meses de su apertura al público, existe una pizzería que goza, además de una gran aprobación por parte de sus comensales, de una tentadora etiqueta: la mejor pizza del Oriente Antioqueño. Del Bosque es un sitio ubicado en el Mall Los Tráilers, en la vía hacia Llanogrande, lugar al que quisimos entrar, seducidos por la promesa de deleitar “la mejor pizza del Oriente Antioqueño”, para hablar con su fundador, Esteban Rendón, y conocer más sobre su propuesta.
Su pizza es calificada como “la mejor pizza del Oriente”, ¿esto lo toma por sorpresa?
E.R: Sinceramente no, desde que empecé con la idea Del Bosque quise proyectarla para ser la mejor. Inicialmente en el Oriente Antioqueño, a mediano plazo en Antioquia y a largo plazo en Colombia; para poder lograrlo se plantearon muchos factores diferenciadores con la intención de que nuestros clientes encuentren en nosotros algo que difícilmente pueden encontrar en otros sitios. Hoy seguimos trabajando en ese tipo de factores, pues difícilmente se perfeccionan los procesos y cada día es una oportunidad de mejora continua.
Cuando habla de factores diferenciadores, ¿a qué se refiere?, ¿considera que son la principal clave de éxito?
E.R: Hay dos factores generales que considero que han sido la clave del bienestar que hemos obtenido: el producto y las relaciones humanas.
En la elaboración del producto sin duda hay varios puntos clave, desde la contratación con proveedores (algunos fuera de Antioquia) para obtener los mejores insumos, hasta el proceso de horneado de la pizza que es totalmente diferente a lo convencional.
La concepción humana del negocio ha sido fundamental, entender que el colaborador entrega a Del Bosque una porción de su vida para cumplir poco a poco sus objetivos personales ha sido benéfico para nosotros, tenemos un equipo de trabajo sano, alegre y que difícilmente entra en conflicto. Cada uno entrega todo de sí para que la pizzería funcione bien, con todo el sentido de pertenencia. En Del Bosque no existen alternativas diferentes al diálogo racional y sincero.
Además, hemos visto en otras empresas ejemplos que nos permiten mejorar, por ejemplo, muchas veces la extrema ambición económica de sus líderes es una de las principales causas de declive. Se debe procurar mucho altruismo en ese aspecto.
¿Qué cree usted que lleva al cliente a volver a Del Bosque y tenerlo como principal alternativa?
E.R: El sabor de nuestra pizza es único, incluso mucho después de comerla quedas con una sensación especial en la boca. Alguna vez, un cliente muy apreciado nos dijo después de comer: “deberían abrir una pizzería con caballeriza, ¡qué dicha montar caballo sintiendo este sabor que tengo yo en la boca!”, otros dicen que es adictiva y que no pueden parar después de la primera porción.
Además tuvimos la fortuna de coincidir con el Mall Los Tráilers, un lugar único y totalmente mágico. También hemos generado cierta afinidad con la ciudadanía, apoyamos proyectos culturales proporcionando alimentación para las personas que hacen parte de ellos, y silenciosamente hemos brindado alimento a otras personas sin fines lucrativos, de igual forma son cosas que hacen eco entre la gente y eso crea empatía.
¿Qué les diría hoy a esos clientes que siempre recomiendan a Del Bosque?
E.R: Les daría infinitas gracias por confiar tanto en un proyecto tan nuevo, Del Bosque se convirtió en un pequeño gigante en un abrir y cerrar de ojos.
Así entonces, entre leña, fogón de barro, pasión y buenos ingredientes, se cocinan las “mejores pizzas del Oriente Antioqueño”.
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