La sala llena, los victimarios entre el público y el miedo abrazando a los seis actores desde la cabeza hasta los pies. Mucho miedo. Con todo eso vio la luz en el 2003 la obra de teatro Asfalto. Se presentó en San Carlos mientras el Oriente Antioqueño ardía en las calderas del conflicto armado más crudo registrado en su historia, y mientras muchas madres lloraban a sus hijos.
La obra de teatro, creación de Juan Álvaro Romero, un trabajador social que conoció de cerca el conflicto en San Carlos, fue adaptada e interpretada con toda la crudeza por los actores del grupo de teatro sancarlitano La Gotera, como la única herramienta que en ese entonces tenían para restarle muertos al conflicto.
Marly Andrea Carvajal Pérez, integrante del colectivo desde hace 26 años, relató cómo a raíz de la masacre en la vereda Dos Quebradas, y de la llegada de los desplazados a la Casa de la Cultura, nació Asfalto, la puesta en escena que aún se antoja como un hachazo en la frente, crudo y descarnado.
“En ese proceso de desplazamiento las víctimas nos contaban sus vivencias. Nosotros los escuchábamos desde el corazón y la solidaridad sin brindarles nada más que eso. Pero luego recogimos tantas historias que dijimos: esto hay que contarlo”.
Aunque fue una travesía difícil porque los actores incluso quisieron abandonar el proceso por el miedo que sentían al contar la guerra, los aplausos de los primeros 180 espectadores que vieron cómo se narraba la espera eterna de unas madres desde los marcos de unas puertas, fueron el combustible que le ha permitido a la obra permanecer por 15 años en escena.
El próximo miércoles 27 de junio, a las 7 p. m. y luego de tres años de no presentarse, el Teatro Pablo Tobón Uribe de Medellín le abre sus puertas a La Gotera con “Asfalto”, porque según Carvajal, el contexto reclama nuevamente las historias para que no se repitan.
Entrada libre con aporte voluntario.
