La cachetadas, palmadas, chancletazos, coscorrones y toda forma de maltrato, queda prohibida gracias a la reciente aprobación de la ley que veta el castigo físico como método de corrección para niños y niñas en Colombia, así como cualquier acto de crueldad en su contra.
Julián Peinado, representante a la Cámara y coautor del proyecto, dijo a MiOriente que esta ley “es pedagógica y no sancionatoria. Lo que se pretende es darle una orden al estado colombiano para que cree una estrategia para entregarles herramientas a los padres”.
Dichas herramientas se basan en la promoción de prácticas sin violencia, amorosas y respetuosas con los derechos fundamentales de los niños y niñas de la nación. Esto quiere decir que no se crean nuevas sanciones o multas sino que se busca incentivar estrategias para la crianza libre de violencia.
Para cumplir con este objetivo, el Gobierno, a través del ICBF, deberá empezar a implementar procesos de capacitación en las escuelas de padres de familia en las diferentes instituciones educativas del país y, además, brindar apoyo psicológico especializado para tener una mejor orientación en la educación de los hijos.
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“Lo que queremos es que a través de estas políticas se prendan alertas tempranas en la fase preventiva de la política criminal, y que en efecto se prevengan delitos como la violencia intrafamiliar y el maltrato hacia nuestros niños, niñas, jóvenes y adolescentes del país”, indicó Peinado.
Si bien la ley ya fue aprobada, esta tuvo diferentes contendores en su discusión, pues estos aseguraban que se estaría entrometiendo en el proceso de formación por parte de los padres. Ante este panorama y la eficacia de la norma respecto al tema, el congresista dijo que “lo único que dice la ley es que se deben establecer los valores, los principios que se les va a inculcar los niños, pero lo que no puede hacer es corregirlo mediante golpes”.
Después de diferentes debates alrededor de la propuesta, se dio la aprobación, y ahora solo resta que en los próximos días sea sancionada por parte del Presidente de la República para que se convierta en realidad para la protección de la niñez. “Esta es una apuesta de paz en las salas y comedores de las casas”, concluyó el representante.
