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Antioquia, un lugar para recorrer con los sentidos

  • Con los ojos por sus paisajes; con la nariz por su olor a café, flores y pescado; con los oídos para captar los chillidos de los monos y el parloteo de las aves; y por supuesto con las manos para abrazar a su gente. Antioquia es una experiencia sensorial.

    Y eso lo tienen claro Martín y Alicia, una pareja de esposos paisas que, después de haber recorrido en moto más de 42 mil kilómetros cruzando las fronteras de nueve países de Suramérica durante ocho meses, se quedan con cada rincón de Antioquia grabado en su memoria, y no dudan al asegurar que esta tierra de arrieros debe ser un destino obligado para turistas locales, nacionales e internacionales.

  • Las brújulas de Martín Mesa (@martinme5a), un piloto de helicóptero y negociador internacional de 28 años, y de Alicia Londoño (@alicialondono88), estudiante de Gastronomía y modelo profesional de 22 años, encontraron su norte hace dos años y desde entonces no han dejado de estar sincronizadas. Esta pareja nos cuenta por qué cada rincón de Antioquia debe ser descubierto por sus sentidos. Tome nota:

    1. Sur – Suroeste de Antioquia: por sus hermosas cadenas de montañas, por ser una tierra en la que varían los ecosistemas rápidamente. Pasar del calor al frío es tan fácil como bajase a las orillas del río Cauca para tomar un descanso en medio del trayecto. El olor a café en estas tierras le dará la bienvenida.
    2. Norte de Antioquia: por encontrar cañones y cascadas bellísimas en la salida hacia la costa colombiana. La variedad de paisajes, cálidos y fríos, pueden cambiar con cada parpadeo, cada uno más bello que el anterior.
    3. Magdalena Medio: atravesar el río La Miel es recorrer el paraíso, y encontrarse con una garza real o una garza morena en esa travesía es un permio para el alma. Eso sin contar la diversidad de peces que se encuentran en ríos como el Cocorná Sur; son alucinantes.
    4. Oriente Antioqueño: por ser una tierra prometida, por lo versátil de este pedazo de geografía: gastronomía, cultura y naturaleza. Sin duda pararse en lo más alto de la Piedra de El Peñol y contemplar la cantidad de pueblos que adornan el verde característico de Antioquia, y luego coger una bicicleta e ir a recorrerlos, es inexplicable.

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