En días pasados el “Ángel” tuvo una nueva tripulante; se trata de Angelita, la bebé que nació a 9.500 pies de altura, llegando a Medellín, luego de ser evacuada en Ituango por un helicóptero UH-60 de la Fuerza Aérea Colombiana.
Después del nacimiento en pleno vuelo, a bordo del helicóptero, fue entregada a personal del Ejército Nacional en el Batallón Pedro Justo Berrío; de allí fue llevada con su madre a una clínica de la capital antioqueña para recibir atención médica.
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Hoy ambas fueron dadas de alta y, junto a la abuela de Angelita, llegaron de nuevo a zona rural de Ituango a bordo de la aeronave donde se produjo el nacimiento, en compañía de médicos de la FAC y del mismo piloto que tuvo la fortuna de realizar la evacuación aeromédica. Allí la esperaba de nuevo personal del Ejército Nacional, para devolverla a su hogar junto con su familia.
Misiones como esta enorgullecen a los hombres y mujeres de la institución aérea, quienes a diario trabajan incesantemente y llegan a las regiones de más difícil acceso para salvaguardar la vida de los colombianos.
