Los últimos ocho días pasarán a la historia como una de las peores rachas de homicidios en el Oriente Antioqueño, específicamente en la zona del Altiplano.
Fueron 10 los homicidios cometidos en estos días: tres en El Carmen, tres en Rionegro, tres en Marinilla y, por primera vez en este año, uno en El Retiro.
Para Óscar Zapata, analista del conflicto y vocero de la Fundación Sumapaz, hay un claro fortalecimiento de los grupos armados que hacen presencia en el territorio.
Sin embargo, denuncia que la institucionalidad no ha querido reconocer la existencia de los mismos, pues las autoridades los denominan como simples “grupos de delincuencia”.
“Acá hay unos patrones muy claros, hay un fortalecimiento de los grupos armados que se están disputando el territorio, incluso imponen conductas a los habitantes en las zonas urbanas y rurales”, dijo al lamentar que las víctimas, en su mayoría, son hombres jóvenes y adultos, algunos en estado de vulnerabilidad.
Para Corpades, otra ONG que estudia el conflicto urbano, también hay un fortalecimiento especial en los grupos armados que vienen desde el Magdalena Medio Antioqueño, y los cuales entraron en la disputa que ya sostenían grupos de Medellín y Bello contra estructuras del Oriente.
Para Óscar Zapata, de la Fundación Sumapaz, lo más grave es que “hay permisividad de un amplio sector de la institucionalidad con esta ola de violencia, podemos estar hablando de omisión y una falta de acciones reales para prevenir esto. Las autoridades siguen negando la existencia de los grupos armados, hay denuncias muy claras pero no han hecho nada”.
Mientras hoy la incertidumbre ronda en muchas calles de los municipios con más desarrollo en el Oriente, sus habitantes piden acciones urgentes contra la criminalidad.
