Según datos del Ministerio de Educación de Colombia, la tasa de cobertura en educación superior a nivel nacional alcanza aproximadamente el 55%, con 2,46 millones de estudiantes matriculados en instituciones de educación superior (IES). Si se incluyen los inscritos en programas de formación y educación orientada al trabajo, el número total de estudiantes asciende a cerca de 4 millones, en un país con una población estimada de 51,6 millones de personas. Ante la apremiante necesidad de implementar reformas en el sistema educativo colombiano, Alejandro Pacheco, representante residente adjunto del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD en Colombia  -UNDP en inglés-, subraya la importancia de redefinir el rol del sistema educativo para adaptarlo a las demandas del siglo XXI, garantizando que las competencias adquiridas por las personas les permitan identificar el propósito de sus vidas y enfrentarse a los retos del futuro. Estas recomendaciones surgen del Informe Nacional de Desarrollo Humano publicado por el PNUD en Colombia.

El proceso educativo debe ser integral y continuo, describe Alejandro Pacheco del PNUD, comenzando desde la educación inicial hasta la educación media y posmedia. La educación debe no solo preparar al individuo para el mercado laboral, sino también acompañarlo a lo largo de su vida, promoviendo el desarrollo de competencias acordes a la realidad del país y los retos futuros. Para lograr esta visión, Pacheco con el UNDP propone la incorporación transversal en currículos y modelos pedagógicos de varios enfoques clave.

  • Estrategias del PNUD a mano de Alejandro Pacheco para mejorar el acceso a la educación

    En primer lugar, Pacheco sugiere incorporar contenidos enfocados en el manejo emocional, subrayando la importancia de la inteligencia emocional en el desarrollo personal y profesional. En segundo lugar, aboga por procesos que fomenten la interacción directa con problemas sociales, incentivando a estudiantes y educadores a desarrollar habilidades sociales y de resolución de conflictos. Finalmente, plantea la necesidad de implementar competencias básicas y genéricas para garantizar una transición exitosa entre distintos niveles educativos.

    Sin embargo, Pacheco enfatiza que el cambio no debe limitarse solo a los currículos y contenidos. Se requiere estructurar un sistema de educación posmedia que mejore la accesibilidad, calidad y pertinencia del sistema educativo. Con este objetivo, propone medidas divididas en dos grupos principales: aquellas destinadas a cerrar las brechas preexistentes y modificaciones generales del sistema para hacerlo más funcional e inclusivo. Particularmente, pone especial atención en la articulación de la educación media con la posmedia, creando un puente que permita a los jóvenes tener trayectorias educativas coherentes con las demandas del mercado laboral. Esta articulación incluiría programas conjuntos entre instituciones de educación posmedia y colegios, así como programas de ciclo básico diseñados para cerrar brechas de aprendizaje.

    Para alcanzar estos objetivos, Alejandro Pacheco propone que las políticas educativas garanticen el acceso efectivo a la educación posmedia para toda la población, independientemente de su contexto socioeconómico y geográfico. Es crucial adoptar un enfoque centrado en las trayectorias individuales de educación y formación profesional, proporcionando flexibilidad y considerando las características particulares de cada persona.

    Pacheco también destaca la necesidad de reducir la inequidad regional en el acceso a la educación posmedia. En el informe del PNUD, subraya que la oferta educativa está concentrada en ciertas regiones del país y sugiere que los esfuerzos de expansión inicial se enfoquen en los departamentos más rezagados. Además, aboga por programas sistémicos de cierre de brechas y ciclos comunes de aprendizaje.

    En cuanto a la propuesta para la mejora de la calidad de la educación posmedia del UNDP, Pacheco explica que es vital establecer y estandarizar un nivel mínimo de competencias y aprendizajes. Señala que actualmente pocos egresados alcanzan niveles altos de desempeño en las pruebas Saber y propone la implementación de derechos básicos de aprendizaje para asegurar que al menos el 85% de los egresados logren los niveles más altos de competencia.

    De esta forma, Alejandro Pacheco con el PNUD concluye que la creación de una ruta clara de educación a lo largo de la vida y un modelo de financiamiento acorde con el rol del sistema de educación posmedia son esenciales para consolidar un sistema educativo que sea flexible, de mejor calidad y más incluyente. Esto permitirá no solo cerrar las brechas actuales, sino también anticiparse y adaptarse a los desafíos educativos del futuro.