La última vez que nos vimos me dijiste que querías morir para nacer de nuevo y estar conmigo. No tuve valentía para decirte algo. No pude. Y no puedo. No sé aliviarme de esto, porque sabes que al estar contigo latía como las alas del colibrí. Pero te fuiste, un día decidiste cerrar la puerta y andar sin mi mano, y el tiempo me cubrió con otra capa y el viento me resplandeció con otros aires.
Cuando acudiste a mi puerta en tus ojos yacía sombría, no refulgía, no aleaba, no entonaba el crepúsculo en tu mirada. Verás que no fue fácil verte desaparecer en la línea del horizonte, que no lo fue verte regresar una, dos, tantas veces, estar contigo y sentir que te desprendías de nuevo. Tanto tiempo intermitente como el arroyo en verano, hasta que dejé de ser tu cauce, hasta que no quise viajar contigo hacia el mar.
Me sumerjo callada en Neruda:
Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejana?
Hace dos semanas, la última vez, me dijiste que preferías la noche hartera, sin luna, sin estrellas, a caminar en el desierto sin brújula, sin destino, sin mí. Dijiste que querías morir para nacer de nuevo y estar conmigo, y no pude responderte. Antes me dijiste que te querías morir, antes me dijiste que te querías morir, antes me dijiste que…
Ya no podía abrir mi puerta otra vez, no podía. Es que no puedo, a pesar de todo no podré. Acudí a tu casa muchas veces temerosa de que cortaras por el medio el hilo del que pendía tus días y llegara tu noche, te expliqué que el tiempo me había cubierto con otra capa, que mis ojos miraban de otra forma, que el viento no era el mismo cuando sonreía al verte. Te fuiste resignando de tanto suplicar y yo creyendo, ¡tan ingenua!, que tomarías otra mano, que otro fuego te encendería. Me equivoqué.
Hace tres semanas te acompañé a una entrevista de trabajo y por eso te recuerdo ahora cuando me llaman. Me dicen que no han podido contactarte y que eres la persona elegida en la convocatoria. No sé cómo responderles. Les digo que has muerto, para no desfallecer en la explicación, pero sé que te fuiste para nacer de nuevo.
* Juan Camilo Gallego Castro (@jcamilogallego) es autor del libro Con el miedo esculpido en la piel. Crónicas de la violencia en el corregimiento La Danta, proyecto ganador en crónica de la Primera Convocatoria de Estímulo al Talento Creativo-Antioquia 2012. También es periodista, especialista en derechos humanos y derecho internacional humanitario de la Universidad de Antioquia y estudiante de la maestría en Ciencia Política del mismo centro universitario.