Cerca de las 5:20 de la tarde de este 26 de febrero, un helicóptero de servicios turísticos se accidentó en una terraza del barrio Manrique de Medellín, apenas unos segundos después de haber despegado para el que sería su último vuelo del día.
La aeronave quedó enganchada a una torre de comunicaciones, muy proclive a desplomarse contra el suelo y con sus pasajeros suspendidos dentro de la cabina.
Fernanda Osorio Jaramillo era una de las personas que se movilizaban en el helicóptero. En diálogo con MiOriente, la sobreviviente narró la angustia que vivieron durante el accidente y las dos horas que tardó el rescate. Dijo que ese fue el final que tuvo su entusiasmo por el recorrido de ocho minutos que iban a realizar, ella y su pareja estadounidense, en el que planeaban hacer contenido para redes sociales.
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La mujer narró que durante las dos horas que estuvo colgando dentro de la aeronave sintió que el desenlace sería fatal: “Aquí vamos a morir”, pensó.
Mientras se daba el rescate, ni ella ni otros tres pasajeros se pudieron mover, pues la aeronave estuvo a punto de desplomarse hacia la calle. Fernanda recuerda incluso que alguien le dijo “No te quites el cinturón, podemos morir todos”, pues en su afán por tratar de sobrevivir, quiso salir de la aeronave.
Pero estaba atascada y no podía hacer nada, yo estaba al lado de la ventana de emergencia, pero estaba al aire: si me tiraba me iba a morir igual
expresó.
Según su relato, los primeros en evacuar el helicóptero fueron el piloto y el copiloto, mucho antes de que iniciara el rescate en el participaron cerca de 70 personas, entre socorristas, bomberos y policías. Posteriormente, gracias al “milagro” de que la cola de la aeronave quedara anclada a esa torre de telecomunicaciones, los cuatro pasajeros pudieron ser rescatados con vida, tras una larga angustia.
Al día siguiente del hecho, Fernanda afirma que ninguna persona de la empresa que organiza los vuelos se ha comunicado con ella. “Qué triste, ellos no se han pronunciado. Ya nosotros tomaremos también medidas respecto a eso, porque lo idea es que, al menos, por educación, por decencia, ellos llamen y les pregunten a las personas que sufrieron el accidente cómo están, si necesitan algo, o el reembolso del dinero”, concluyó la mujer.
