Sergio miró hacia un lado de pie en la bicicleta sin saber el destino que aguardaba 200 metros más adelante. Iba en busca de reyerta, furioso, ansioso, vestido de amarillo. Sobre los pedales, antes de llegar a la cima, leyó sobre el pavimento las letras blancas de pintura fresca que decían ‘YEYO’. Más adelante su nombre y una multitud que avizoraba en el andar de su esfuerzo. Por un momento creyó que no rodaba en bicicleta sino que observaba desde una claraboya el recibimiento que le tenían preparado.
Aquel sábado 14 de agosto de 2010 Sergio escuchó, cerca de la meta en el Alto de Las Palmas, a los suyos alentando el sueño de la familia: ganar la Vuelta a Colombia. Por un instante el tiempo se detuvo cuando giró la cabeza y allá estaba mamá corriendo enloquecida detrás de su rueda. “Fue una alegría inmensa. Cuando los vi se me olvidó el cansancio en el momento”, me dijo. “Si el bebé va a ser varón, será un ciclista”, afirmó antes don Omar –el papá, excorredor y campesino- mientras aguardaba la aparición de su hijo, pegando la radio a sus oídos.
Fue una tarde cándida desde el panóptico de la montaña. Tensionante… La reyerta la ganó Sergio con un ataque brioso que dejó a su rival, el venezolano José Rujano, rezagado en el ascenso. El día siguiente confirmó su victoria, el título, el sueño que tuvo papá en sus años de ciclista. El triunfo lo premió en 2012 con su fichaje al equipo inglés Sky, que lo llevó a correr a Europa.
El 2010 fue un gran año para Sergio: con 22 años ganó dos etapas y el título de la Vuelta a Colombia siendo debutante. El 2014: el más duro desde que es ciclista profesional. Inicialmente fue separado del equipo por resultados anómalos en su perfil hematológico, aunque luego se comprobó su inocencia (Ver: Henao habla de su inconveniente). Después de varios meses sin correr, fue elegido para competir en la Vuelta a Suiza hasta que fue atropellado por un vehículo mientras hacía reconocimiento del terreno en el que disputaría la contrarreloj. Como consecuencia sufrió una fractura de rodilla que lo deja sin competencia de alto nivel por este año (Ver: Accidente de Sergio Luis Henao)
Cuando Sergio tenía 14 años, su primo Jonathan Marín lo retó a ascender el Alto de Topos. Con la bronca de la derrota Omar, su papá, le enseñó algunos trucos del ciclismo. Con la práctica adquirió la destreza que le sirvió para derrotar al provocador en la subida. Apresuró el paso, con la determinación que luego demostró en las cordilleras colombianas y en los montes europeos.
La mala noticia de su lesión no es más que una provocación del destino. A su regreso esperamos que avasalle las impertinencias de la carretera y demuestre airoso, de nuevo, como volviendo a resurgir, que la caída es la oportunidad para levantarse y rodar de nuevo hacia la meta.
*Juan Camilo Gallego Castro (@jcamilogallego) es autor del libro Con el miedo esculpido en la piel. Crónicas de la violencia en el corregimiento La Danta, proyecto ganador en crónica de la Primera Convocatoria de Estímulo al Talento Creativo-Antioquia 2012. También es periodista, especialista en derechos humanos y derecho internacional humanitario de la Universidad de Antioquia y estudiante de la maestría en Ciencia Política del mismo centro universitario.