En la mañana del jueves 8 de mayo, desde la chimenea de la Capilla Sixtina volvió a salir humo negro, señal inequívoca de que los cardenales electores (en cónclave) aún no han alcanzado el consenso necesario para elegir al nuevo sumo pontífice. La fumata fue visible tras completarse las dos primeras votaciones del día.

Según el protocolo establecido en la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, los 133 cardenales presentes deben realizar hasta cuatro votaciones por jornada —dos en la mañana y dos en la tarde— hasta alcanzar los dos tercios requeridos, que en este caso son 89 votos para un solo candidato.

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    El cónclave actual se destaca por ser el más diverso de la historia de la Iglesia católica, con representantes de 70 países, muchos de ellos nombrados durante el pontificado de Francisco. Este mosaico geográfico y cultural está influyendo en la deliberación, que algunos analistas vaticanos consideran podría prolongarse más allá de los dos días que duraron los cónclaves de 2005 y 2013.

    La próxima fumata está prevista para las 7:00 p. m. (hora en la Ciudad del Vaticano, que son las 12:00 del mediodía en Colombia), cuando se darán a conocer los resultados de otras dos votaciones. Si el humo es blanco, anunciará al mundo la elección del nuevo papa. Si vuelve a ser negro, se sabrá que el Colegio Cardenalicio aún sigue en deliberación.

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