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Guatapé, un nombre que dejó pedazos en el camino

  • Por: Juan F. Tobón Aristizábal.

    “El Señor de Guatapé era un joven muy apuesto, fuerte, y era quien protegía, defendía y organizaba ese territorio de poca población”, así describe Álvaro Idárraga, historiador del municipio, al aborigen en cuyo honor se nombró al municipio de Guatapé. Esta sería la versión corta para contar la historia detrás de un nombre, sin embargo hay más, porque el nombre sonoro que conocemos hoy ha ido mutando con el pasar de los años.

  • Sitio de Nuestra Señora del  Carmen de la Cexa (ceja) de Guatapé es el nombre con el que aparecía este territorio en los permisos de fundación. Pero ¿por qué un nombre tan largo? Según el historiador Idárraga, “porque las comisiones que llegaron por el cauce del río conocido como Guatapé, por la parte de arriba, y por el cauce del río Nare, por la parte de abajo, hicieron una descripción puntual de la ubicación del territorio que iban a colonizar”.

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    El nombre se reduce hoy a una sola palabra contundente e inconfundible, sin embargo, “hasta mediados del siglo pasado se le llamaba Ceja de Guatapé, pero desde hace algún tiempo todo el mundo lo llama solamente Guatapé”, indica el historiador. En el Sitio de Nuestra Señora del  Carmen de la Cexa (ceja) de Guatapé reposan los tres elementos que se unificaron para nombrar esta tierra hacia el año 1550, y que según Álvaro Idárraga, significan lo siguiente:

    1. Sitio de Nuestra Señora del Carmen: “sitio” porque no encontraron otra manera de llamar el territorio tan amplio que veían, y “Nuestra Señora del Carmen” por la tradición católica que desde siempre ha acompañado nuestra cultura.
    2. “Ceja”, por la cordillera en forma de ceja que enmarcaba geográficamente las zonas donde habitaban los aborígenes del territorio.
    3. “Guatapé”, en honor al aborigen llamado Señor de Guatapé que protegía las tierras en ese entonces.

    Esta tierra del Oriente Antioqueño que con los años ha ido dejando fragmentos de su nombre inicial en el camino, adquirió el permiso de fundación como viceparroquia y parroquia el 4 de octubre de 1811. Desde ese entonces emprendió el camino para ser el municipio que hoy conocemos y que se ha posicionado en la región como uno de los principales destinos turísticos.

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