Esta Hidroeléctrica responde por cerca del 4 % de la generación de energía en Colombia.
Todos coinciden en afirmar que el trabajo conjunto fue fundamental para que la Central Hidroeléctrica Guatapé empezara a funcionar al cien por ciento en un tercio del tiempo que se estimaba iba a tardar su reparación, tras el incidente registrado el pasado 15 de febrero cuando un problema técnico ocasionó el incendio en el túnel de acceso a la casa de máquinas.
Que fue una labor emblemática, titánica o una carrera contra el tiempo, son algunos de los calificativos con que resumen este proceso de reposición de cables que acaparó durante cuatro meses la atención de todo el país, “se estimaba inicialmente que reparar la Central podría tomar más de un año pero buscando los cables por todo el mundo los encontramos en México y ahí pudimos reducir la expectativa de tiempo a seis meses y con el compromiso y el trabajo de todos nuestros trabajadores, colaboradores y proveedores pudimos sacar adelante este proyecto en solo cuatro meses”, detalló Jorge Londoño De la Cuesta, Gerente General de EPM.
Fueron exactamente 68 días los que se adelantó la reparación, lo cual permitió que como si se tratara de la inauguración de esta Hidroeléctrica, el pasado 25 de junio Londoño De la Cuesta, hiciera oficial el anuncio que esta estructura nuevamente estaba aportando al Sistema Interconectado Nacional 560 Megavatios o 13.4 gigavatios hora por día de energía eléctrica, gracias a la operación de las ocho unidades generadoras.
Con el pasar de los días pareció que los orígenes del incidente perdieron importancia frente a las labores de reparación, pero el gerente de EPM dijo que las causas del incendio no fueron ni falta de mantenimiento en la central hidroeléctrica ni mal estado de los equipos, “se produce al verse disminuida la presión de aceite en un sector del cable, necesaria para mantener el aislamiento en forma constante”, concretó el directivo.
Una nueva tecnología se utilizó en la Central
La firma Prysmian de México fue la firma consultora que estuvo apoyando todo el proceso de instalación del cable y la misma que encontró en el país azteca los 30 kilómetros de cables, accesorios y herramientas que fueron enviados en aviones rusos Antonov 124-100 y que tienen una vida útil de unos 25 a 30 años.
El personal de Prysmian llegó con su tecnología a adaptarse a un sistema ya existente, “son cables de última generación, una cubierta de aluminio soldada que permite tener una hermeticidad a lo largo del cable al igual los accesorios son también herméticos. Ofrecimos un sistema donde suministramos cable y accesorios fabricados por nosotros, a la vez, al instalarlos nosotros es una garantía que el producto es de óptima calidad”, aseguró Lorenzo León, director de Alta Tensión de Prysmian, firma italiana con una subsidiaria en México.
Para esta empresa de origen europeo, también fue fundamental entender las necesidades por las que atravesaba Colombia al momento del incidente en la Central, lo que los llevó a trabajar contra el tiempo, así lo afirmó Jaouad Ben Hamman, responsable de Prysmian en México.
Este daño para EPM representó un valor cercano a los 700 mil millones de pesos, pero el gerente Londoño dejó claro que este suceso no afecta las finanzas de la empresa y que tanto trabajos de reparación, compra e importación de insumos serán cubiertos por el seguro que tiene la entidad para estos casos.
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