Mientras realizaban entrenamiento de buceo en una zona no muy frecuentada del embalse Peñol-Guatape, recientemente cuatro buzos se percataron de varios elementos en el fondo de la represa que les llamaron la atención: llantas, tejas y una cantidad considerable de plástico estaban en el agua, incluso, desde hace muchos años.
María José Ospina, directora de Agenda del Mar, una organización que trabaja desde hace 30 años generando conciencia frente al cuidado del medio ambiente, especialmente de los océanos, le contó a MiOriente que a ella como a sus compañeros de buceo les asombró el hallazgo de un elemento que fácilmente podría llevar más de 20 años en el agua.
“Me encontré un vaso desechable de SAM, la aerolínea que absorbió Avianca en los años 90. El vaso tenía el logotipo impreso en muy buen estado y fue con seguridad un vaso que se usó entre 5 y 10 minutos, nada más, y lleva más de 20 años en el agua sin degradarse. Es un llamado a generar conciencia sobre el uso que le damos al plástico”, dijo María José.
La mujer señaló que esta cantidad de elementos dentro del agua dejan un mensaje muy claro: se deben cambiar los hábitos “y apuestas como las de la Alcaldía de Guatapé que prohíben los plásticos de un solo uso en su municipio son clave para proteger nuestro medio ambiente y la fauna acuática. Evitar el plástico en los océanos y fuentes hídricas es salvar a una ballena, una tortuga y demás”.
Aunque tanto María José como sus otros tres compañeros realizaron ese día una limpieza rápida en la zona que se encontraban entrenando y alcanzaron a sacar más de 60 kilos de basura en poco más de media hora, trabajarán junto a otras escuelas de buceo que practican en el embalse para realizar jornadas de limpieza en las aguas de la represa.
Contexto:
Cada año, ocho millones de toneladas de plástico terminan en los océanos, según la Organización Mundial de las Naciones Unidas, lo que equivale a derramar la carga de un camión de basura cada minuto. Además, estudios al respecto revelan que en el mundo se entregan 10 millones de bolsas plásticas y un millón de botellas pet que se convierten en potencial basura.