Delegados del secretariado de las Farc visitarán el municipio de Granada este sábado 23 de septiembre, para pedir perdón a la comunidad por los hechos violentos que protagonizaron contra esta población del Oriente Antioqueño.
“Se han hecho varios foros tratando de concientizar un poco el tema de la paz y reconciliación, porque no es fácil. Todo sea bienvenido, pero hay gente que todavía está esperando que se haga verdad, justicia y reparación”, explicó a MiOriente Gloria Ramírez, representante legal de la Asociación de Víctimas Unidas del Municipio de Granada (Asovida).
Las víctimas granadinas también tendrán un espacio para narrar el horror que vivieron por cuenta de las acciones de este grupo, en un acto simbólico que estará precedido por el obispo de la Diócesis Sonsón-Rionegro, Monseñor Fidel León Cadavid, y el presbítero Óscar Orlando Jiménez.
El evento iniciará a las 10 a. m. en el atrio del templo parroquial y posteriormente se celebrará una eucaristía. “El 23 es un momento muy importante de camino hacia la reconciliación. Siempre hemos dicho que Granada tiene que ser el espacio donde las Farc vengan y reconozcan lo que le hicieron al municipio”, dijo Carlos Iván Lopera, coordinador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Antioquia.
Granada sufrió el flagelo de las desapariciones y el desplazamiento forzado especialmente en la década del 90, como consecuencia de las acciones violentas de grupos paramilitares y guerrilleros como el bloque José María Córdoba de las FARC y el Frente Carlos Alirio Buitrago del ELN.
Según el Centro Nacional de Memoria Histórica, “la región, en medio de los enfrentamientos por el control del territorio entre estos grupos armados, sufrió masacres alarmantes como la de noviembre del 2000, perpetrada por el Bloque Metro de las autodefensas en la que 17 personas fueron asesinadas”.
Para 1997 Granaba contaba con 20.000 habitantes, tanto en su zona rural como urbana; cuatro años después, solo quedaban 3.000. Se calcula que mil granadinos murieron por causa de la violencia. Para Ómar de Jesús Gómez, alcalde municipal, “más que venir a pedir perdón, queremos ver esto como un acto de reconciliación, donde la comunidad muestre que quiere a esos hermanos que estaban por el camino equivocado”.