Cerca de 50 estudiantes de Granada y El Santuario asisten al Centro Educativo de la vereda La Milagrosa para recibir sus clases y esperan una solución.
Con las fuertes lluvias y vientos de junio, el Centro Educativo Rural se vio afectado con la pérdida del techo de gran parte de la estructura, desde entonces, los alumnos reciben sus clases a pesar de que la situación afecta el normal desarrollo de las actividades académicas.
Si bien no toda la escuela se quedó sin la cubierta, los techos de dos aulas de clase, la sala de las profesoras, los baños y parte del restaurante escolar, quedaron completamente fuera de servicio y después fue necesario que personas del sector se hicieran cargo de retirar las tejas que representaban peligro para la comunidad educativa.
Además de esto, estudiantes, profesoras y alumnos se quejan porque cada que llueve deben retirar el agua antes de recibir clases, “nosotros llevamos dos meses y medio, sin escuela prácticamente, sin techo, todos los días en invierno es el mismo problema, las profes con los niños sacando el agua y no tenemos ninguna respuesta” afirma el Presidente de la Junta de Acción Comunal Guillermo de Jesús Giraldo.
Con el paso de los días, nace una nueva preocupación ya que con el invierno se está debilitando la estructura y se presentan grietas en algunos muros, sin embargo a pesar de las quejas de las directivas del CER ante los entes competentes, no han obtenido respuesta, “que la solución no era mandarnos tejas, que había que cambiar completamente la estructura, pero llevamos mucho tiempo esperando y no hemos visto un avance, que debemos esperar es la respuesta que nos dan”, dice Martha Gladys Alzate Zuluaga, docente del Centro.
Por ahora, los cerca de 50 estudiantes reciben clases en medio de incomodidades, se distribuyen en la sala de computadores y en el salón comunal para no tener que suspender las labores educativas, mientras en general los habitantes de la vereda continúan a la espera de una solución a este problema que los afecta, “los niños todos los días preguntan cuándo van a arreglar la escuela y nosotros les decimos que hay que esperar”, expresa Luz Mery Giraldo Aristizábal, docente del lugar y concluye que los padres de familia también están muy preocupados porque pasa el tiempo no inician obras para reparar la escuela.
