La globalización rompió los símbolos y sus actos, y los reemplazó por marcas y objetos. Sin  embargo, El Camino de Santiago se resiste a perder sus símbolos, uno de los cuales es la vieira.

La mitología cristiana atribuye a una vieira gigante la salvación de un par de gallegos. En adelante cada peregrino porta con sus pertenencias una concha. Algunos la pintan con la cruz templaria. Pero para todos, la vieira, la concha, es un saludo silencioso al camino. Es una marca al fuego de los que ya son peregrinos.

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