Finalmente se concretó, luego de mucho ir, venir y de algunas discusiones se otorgó la licencia ambiental para proseguir con el Túnel de Oriente, una obra que si bien es cierto que beneficiará en gran medida la región, paralelamente la convertirá en un especie de segundo piso del área metropolitana, una zona de expansión de Medellín, y como toda obra o acción, ésta también tiene sus aspectos positivos y negativos.
Iniciando con los aspectos positivos, el más importante es la reducción en tiempo para el trayecto hacia Medellín, de igual manera, beneficiará los habitantes de la zona ya que se convertirá en la vía más utilizada para conectarse con la región además de que económicamente, esto puede representar un aumento en el comercio trayendo consigo un incremento en los ingresos de las familias residentes en el área de incidencia de la obra; siguiendo con estos aspectos, otro que quizás es de mucho interés será la consolidación en turismo que ya tiene la región.
Todo lo anterior son aspectos muy positivos porque ayudan al desarrollo de los municipios del Oriente cercano y posesionará la subregión, quizás como la más importante del departamento lo que es muy destacable.
Sin embargo, hay en la obra también aspectos negativos los cuales abordaré desde el ámbito ambiental, sin dejar de lado que pueden haber más aspectos en otros temas.
La construcción del túnel considero que será una obra de “invasión” debido a que de alguna u otra manera tendrán que intervenir ecosistemas establecidos, irrumpiendo con la perforación en la montaña por la cual deberá pasar el trayecto, teniendo que trasladar especies de fauna y flora que puedan tener su hábitat en el lugar, sumándole a esto que muchos de los lugareños manifiestan su preocupación con la posible contaminación de recursos hídricos que corren cerca del lugar de la obra, afectando el abastecimiento de sus hogares y contaminando las fuentes del líquido vital.
Soy consciente de que el proyecto nos traerá muchos beneficios, que está ligado al desarrollo tanto de la región como del departamento, y los ratificará como una de las zonas de mayor progreso dentro del país por su infraestructura vial, por eso en cierta medida estoy de acuerdo con el proyecto, lo que sí me gustaría saber es si los interventores y las firmas constructoras se comprometerán a resarcir de algún modo los daños ambientales que inevitablemente se darán sobre la zona, además de las compensaciones paisajísticas que se deberá ejecutar en la zona.
El objetivo de todo plan es el desarrollo trayendo consigo el bienestar de la gente, pero como ya había escrito en un artículo anterior, siempre se debe apuntar hacia un desarrollo sostenible, de tal manera que las generaciones futuras encuentren un espacio apto y de alguna manera cómodo para que se sigan desarrollando y conservando siempre la mayor parte posible de los recursos naturales tan grandes con los que cuenta en la región.
Por: Steven Restrepo Gómez - Estudiante de Ingeniería Ambiental - Twitter: @stevenrego22 - [email protected]
