Por Carlos Emilio Barrera León
Esta semana recibimos las cifras oficiales de desempleo las cuales muestran una disminución y eso sería una buena noticia si la misma se acompañara que es producto de la creación de nuevos empleos, pues no es así, lo que ocurre es que la medición encontró que los desempleados se cansaron de buscar empleo y están ingresando al subempleo, a coadyudar en las actividades hogareñas o en algunos casos y en especial en los jóvenes decidieron ingresar al sistema educativo que automáticamente los transfiere de categoría.
Estos resultados además nos dan a conocer que los sectores de la industria, la agricultura y la construcción están destruyendo empleos y que solo estos se están generando en el sector servicios donde cómo sabemos estos son estacionales o mejor dicho por temporadas.
Otros datos para ver es que justamente los sectores que destruyen empleo son los mismos que vienen mostrando cifras negativas de crecimiento y que difícilmente se recuperan, algunos economistas y no economistas en voz baja reconocen que aún las transacciones “nonsactas” producto del lavado de activos conocidas como economía subterránea tienen blindada la economía Colombiana de una catástrofe, a las firmas consultoras les da miedo profundizar y mostrar los resultados de estas actividades, ocultando una realidad lamentable para nuestro país. Y a este panorama se suma que en los últimos meses el valor de los dineros ahorrados en los fondos de pensiones y cesantía han perdido valor, revisen sus extractos del último trimestre y se darán cuenta de esto.
Esto nos lleva a sacar varias conclusiones, la primera es que los TLC si están destruyendo empleo, empresas e ingresos, que las exportaciones de los sectores beneficiados por estos no son capaces de compensar las caídas de otros y que por lo tanto el gobierno va a tener que seguir subsidiando a los lecheros, cafeteros, textileros, confeccionistas y muchos más con dineros de los contribuyentes, recursos escasos y que no alcanzan a cubrir por ejemplo la salud y las pensiones, esto es peligroso porque pone en riesgo la actual estructura de sistema económico abierto al mercado.
Otra conclusión que rápidamente podemos decir es que la tan cacareada formalización empresarial no está dando resultado y si esto continua así no favorece que los incipientes empresarios lo hagan, ya que cada vez los esquemas impositivos y cargas fiscales y parafiscales son mayores.
Podemos agregar que la creciente aparición de redes autodenominadas “indignados” que ya en Europa ha creado temblores políticos y llegó a Brasil poniendo en riesgo la realización del mundial de fútbol y los juegos olímpicos pueda llegar a nuestro país, aquí encuentran un caldo de cultivo bastante jugoso, y es la clase media mundial la que conforman estas voluminosas corrientes de protestas que si ello ocurriera en nuestro territorio agravaría mucho más el clima social que estamos viviendo.
En fin esta nota tiene por objetivo que cuando vemos las noticias y las cifras tengamos el cuidado de digerirlas porque a veces los medios, el gobierno y políticos las acomodan a sus conveniencias convirtiéndolo en hechos inmediatistas y ligeros, espero en el espacio de comentarios crear controversia y ampliar lo aquí escrito para ayudar a los lectores en una mejor digestión de las cifras económicas, hasta una próxima oportunidad.