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La derecha salió del closet

  • La derecha salió del closet en Colombia. Una prueba fueron los sucesivos discursos de los dirigentes políticos y precandidatos presidenciales en la pasada Convención Nacional del partido Centro Democrático, realizada en la sede de la misión carismática en la ciudad de Bogotá. En un evento organizado y multitudinario, este partido definió su hoja de ruta para lo que será la contienda electoral del año 2018 y dejo claro que es un partido disciplinado e hizo explícito su ideario para aspirar al poder.

    “Este partido se llama Centro Democrático por unas circunstancias más o menos fortuitas, pero, políticamente, es todo menos de centro este es un partido político de Derecha. Por lo menos, yo me declaro, sin ninguna vergüenza, de derecha dentro de esta confrontación política moderna”. Esas fueron las palabras de Fernando Londoño Hoyos en la pasada Convención Nacional del Partido Centro Democrático; gran orador, académico, avezado abogado y exministro del Interior y Justicia del gobierno del entonces presidente Alvaro Uribe Vélez. Londoño Hoyos fue obligado en el 2003 a devolver las acciones de Invercolsa y condenado en el 2007 por el Juzgado 28 Civil del Circuito de Bogotá a restituir los 145 millones de acciones que adquirió ilegalmente de la firma Invercolsa.[1] La Procuraduría lo destituyó en el 2004 nominalmente del cargo de ministro del Interior y lo inhabilitó para ocupar cargos públicos por espacio de 12 años[2]. Sus palabras son como un cincel para la memoria política, son contundentes y sin ambages resumen lo que todo el mundo sabe, pero que nadie admite, el Centro Democrático es un partido político de derecha.

  • banner-promo-pauta-728x90Algunos siguen planteando que el debate entre izquierdas y derechas es un viejo capricho de mamertos y profesores de ciencias sociales anacrónicos. Sin embargo, las visiones de mundo, la propuesta de nación y las prioridades para ejercer el poder, aunque por fortuna cada vez con más matices, siguen planteando la dualidad izquierda, (centro) y derecha en el espectro político, no sólo en Colombia sino en el mundo entero. Para la muestra tenemos a Francia, que por poco y elige Marine Le Pen calificada de ultraderechista y eligió a Emmanuel Macron como presidente.

    Que la derecha colombiana diga que es de derecha es una ganancia para la democracia, en tanto están obligados al igual que la izquierda a jugar con todas las cartas sobre la mesa. Queda clara su defensa de la familia tradicional como único modelo social, su posición cercana a los valores de algunas iglesias cristianas, su posición frente a los derechos de las minorías como homosexuales, lesbianas, ambientalistas, comunidades indígenas, afrodescendientes y un largo etc. Se saben sus posiciones frente a la defensa y promoción de derechos humanos, su negación frente a la necesidad estructural de formalizar la tierra; está clara su defensa a ultranza de la libertad de mercado como fórmula única para el desarrollo y su defensa de los intereses de las élites regionales vinculadas a sectores económicos productores de palma, azúcar, banano, flores, ganadería extensiva y otros. Fórmulas que han sido implementadas durante la vida económica y política de Colombia en los últimos cien años con los resultados funestos que todos conocemos.

    Está muy bien que se diga esa verdad de Perogrullo de que un partido político en Colombia que defiende valores abiertamente conservadores admita sin ambages que es derecha; ya sabemos quiénes son y cómo piensan. Eso también ayuda a los seguidores desubicados del partido para saber de qué lado del mundo están cuando votan por sus candidatos.

    Lo que no es admisible de un partido de derecha, izquierda o centro es fijar una posición política sobre sus contendores políticos con verdades a medias o con calumnias. El país acaba de firmar un acuerdo de paz que la totalidad de la comunidad internacional, que tiene de todo menos de tonta, y algunos otros pensamos que es lo mejor que hemos hecho en muchos años. El país no va para un desbarrancadero socialista como afirma el Centro Democrático, no está pasando más de lo de siempre. Hoy ante el silencio de los fusiles de los anacrónicos de las FARC, apenas nos estamos dando cuenta de los problemas de nuestro país. No se necesitan salvadores de catástrofes porque entre izquierda y derecha, que ya sabemos quiénes son, que entre el diablo y escoja.

    [1] http://www.portafolio.co/economia/finanzas/condenan-ex-ministro-londono-invercolsa-419834. Consultado 08 mayo de 2017

    [2] http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1595569 Consultado 08 de mayo 2017

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