La región del Oriente Antioqueño históricamente se ha determinado como una de las más prósperas y de mayor proyección dentro del departamento, todo esto por su disponibilidad de recursos naturales y producción agrícola y económica, lo que ha llevado a que poblaciones de otras zonas del departamento se sientan atraídas hacia la región.
Sin embargo; esta migración de habitantes, sumado al aumento demográfico y quizás el desplazamiento por motivos de orden público en los diferentes municipios está ocasionando una expansión casi descontrolada del Oriente Antioqueño, hasta el punto de estos municipios están por unirse entre ellos, como es el caso de Rionegro y El Carmen de Viboral, o de Marinilla con El Santuario.
Todo esto me lleva a reflexionar sobre las reservas naturales y las zonas verdes con las que aún cuenta la región, y el preocupante aumento de edificaciones y de daños que se ocasionan sobre estos recursos, en los cuales en muchas veces no se respetan límites establecidos o simplemente prima el aspecto económico sobre el paisajismo y el medio ambiente, de igual manera que las empresas provenientes del área metropolitana del Valle del Aburrá se están adueñando de los paisajes y no se sabe si de alguna manera están compensando estos daños ambientales que causan con su funcionamiento.
Los municipios deben tener desarrollo en todos los aspectos y que se necesita de zonas para viviendas que se requieren para atender la alta demanda, me pregunto ¿Dónde quedan los Planes de Ordenamiento Territorial? ¿Acaso en cualquier lugar de los municipios se puede construir sin antes determinar qué tipo de recursos naturales se encuentran allí y se pueden conservar?
Dado lo anterior, el Oriente se está convirtiendo en una especie de selva de concreto. Muchas de las especies de fauna, en su mayoría aves, se están desplazando o adaptarse de manera “forzada” a convivir con la población que ha invadido su hábitat.
Con el aumento en la población se están afectando recursos hídricos como el recurso aire. Muchas viviendas los desechos se depositan en los ríos y quebradas, las empresas en su mayoría emiten gases a la atmósfera deteriorando el ambiente en la región en el denominado Oriente cercano.
Aclaro que no estoy en contra del desarrollo y el progreso, lo que quiero hacer ver es que debe haber un desarrollo sostenible, lo cual implica tener progreso en paralelo a la conservación de los recursos naturales y una unión entre los municipios de la región para la conservación del paisajismo que tanto lo ha caracterizado.
Con todo lo anterior queda la pregunta ¿se debe progresar sin importar a que costo se hace?