Infundir una llama de luz a nuestro alrededor es el reto que tenemos cada día, en medio de tanta oscuridad y tanta confusión que se da en el mundo. Son tantas las personas que caminan sin esperanza, que en ocasiones un pequeño acto de amor puede ser la chispa que inicie la flama de una ilusión que se puede multiplicar hasta convertirse en una bella realidad.
- Da luz quién aún en medio de las dificultades sabe dar una sonrisa y con una postura de fortaleza asume las situaciones que se presentan día a día.
- Se convierte en luz quién aprende que en lugar de recibir hay que saber dar, y no solo cosas materiales, sino saber darse.
- Transmite una llama el que en sus labores diarias sabe llenar su entorno de bienestar y de paz, siendo un agente de conciliación que sabe convivir, y en vez de ser parte de los problemas ayuda a ser parte de la solución.
- Destella luz quién en vez de criticar y tener palabras hirientes, aprende a ver cosas buenas en los demás y se las sabe expresar.
- Prende una vela el que sabe ser ejemplo para sus hijos y para los niños que se fijan en sus pasos, cuidando de estos como el más precioso e invaluable tesoro.
- Centellea el que comprende que somos luciérnagas en la hendidura del amanecer, y que solo tenemos una oportunidad para brillar y dejar un bello recuerdo en el corazón de los demás.
- Ilumina el que sabe ser paciente con aquellas personas difíciles de querer, pero que en el fondo son las que más lo necesitan.
- Resplandece el que se asume como protagonista de su propia existencia y por lo tanto toma en serio su formación y crecimiento, porque sabe que siempre debe tener algo para ofrecer.
- Relumbra el que convierte sus brazos en un espacio acogedor donde los demás pueden llegar y sentirse seguros como al calor de una hoguera.
- Chispea el que anima a los demás a ser mejores, mostrándoles sus cualidades y todas las potencialidades que existen en su ser.
- Brilla el que pone el corazón en todo lo que hace, llenando a los demás de entusiasmo y alegría para vivir de una forma sentida y profunda.
- Difunde el calor de una hoguera quién hace que su familia sea un lugar acogedor, donde en estas fiestas se celebra, se comparte y se vive la alegría de la navidad.
¡Ser luz es la tarea! No dejes que se apague tu flama y mucho menos apagues la de otros.
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