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El reinado de la imagen

  • Vivimos en un mundo donde hay más imágenes que personas, más fotografías que paisajes, más videos que lugares; el conocimiento de nuestra realidad se reduce de manera irreductible, y gracias a la revolución tecnológica, a conocer el mundo mediante pixeles apiñados en pantallas de celulares, computadores, de tablets y de televisores, que penetran en cada espacio de nuestra cotidianidad y se mimetizan en nuestra intimidad, trasmitiendo ideologías y estilos de vida, que necesariamente no nos conducen a ser felices o cambiar el mundo.

    En las casas  apiñadas de las barriadas pobres de nuestras ciudades innovadoras, (como Medellin) no faltan las pantallas, que muestran el mundo construido por los prestidigitadores de la publicidad y la comunicación con  avalanchas de imágenes de un mundo idílico que hace olvidar que en casa,  ya no queda comida y los servicios públicos es posible que los corten el próximo mes.

  • Razón tienen algunos literatos cuando dicen que  la línea entre realidad y ficción es delgada y maleable, y esto en parte, como consecuencia del reinado de la imagen, de su omnipresencia  en cada espacio cotidiano, basta entrar a una casa y ver dos  televisores, ver niños con tablets y adultos perdidos en el micro universo de los teléfonos inteligentes. Cada vez más son las personas que pasamos más de la mitad de la vida mirando pantallas de computador, eligiendo fotografías para cambiar en el perfil de Facebook y mirando videos en youtube, somos  una sociedad adicta a la imagen,  de todos nuestro sentidos el de  la visión esta extralimitado, no en vano cada vez son más las personas que usan lentes.

    Además de consumidores de imágenes somos productores de las mismas, la tecnología democratizó el privilegio de los fotógrafos, ya todos tomamos fotos - eso no significa que todas sean buenas - ya todos hacemos videos - eso no significa que todas sean buenas- , nuestra vida solo es real si nuestra imagen aparece en una foto, un lugar existe solo si está en un video o en una foto; una noticia, es noticia solo si una cámara de seguridad logro captar  el momento preciso de las acciones.

    La avalancha de imágenes que consumimos día a día en el  televisor, en revistas, el celular,  el computador, las pantallas de tiendas, hospitales; lentamente van creando una imagen de nosotros mismos, una especie de holograma de nuestra realidad, un duplicado distorsionado de los que somos en realidad, que todo el tiempo nos dice come vestir, que comer y nos vende mil recetas para la felicidad, de acuerdo a los cánones de empresas  que promociona alimentos, ropa, medicinas, elixirs de eterna juventud y formas fáciles de ganar dinero.

    El reinado de la imagen nos lleva al principado de lo inmediato, hoy solo es válido lo que tiene imagen y pasó hace pocos segundos, solo existe lo que está pasando,  todo esto  nos hace olvidar que nuestra posibilidad de cambiar el mundo e incluso ser felices, radica en el reconocimiento del acumulado de aprendizajes que nos definen como colectivo. Solo podemos comprender nuestro papel en el mundo cuando conocemos lo que nos antecede, para poder construir sentidos.

    El bombardeo de imágenes que nos llega por revistas, pantallas, periódicos transmite estilos de vida, ideologías, formas de pensar, modos de ser y habitar, formas de consumir y segregar. Todo el tiempo estamos expuestos para la publicidad  en donde nos dicen el modo correcto de habitar  y consumir el mundo o auto expuestos en las redes sociales en donde dejamos día a día evidencia de que nuestro tiempo libre lo gastamos frente a una pantalla mostrando la imagen que oculta lo que verdaderamente somos.

    Nota: Es un hecho la imagen es la reina, nos va tocar inventar otras formas de alimentar nuestros cuatro sentidos restantes, para que nos atrofien.

    Luis Fernando Calle Viana - [email protected]

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