En la tarde del sábado 20 de enero pasado, el cuerpo de bomberos de Bello intervino en el cerro Quitasol el incendio número 18 este año. Esta cifra alarmante, casi un incendio diario en promedio, se atribuye, según las autoridades, a organizaciones delictivas que deliberadamente prenden fuego a la vegetación con el objetivo de parcelar terrenos de uso público para su posterior venta, a menudo con títulos de propiedad falsos.
También en algunos casos, residentes ilegales en el cerro o sus alrededores provocan incendios para expandir sus posesiones, como sucedió el jueves pasado, cuando detuvieron a un hombre en flagrancia.
Es importante recordar que el cerro Quitasol, con una extensión de 6.888 hectáreas, es el cerro tutelar más grande del Valle de Aburrá y fue designado como área protegida por Corantioquia en 2020. Este cerro abarca 17 veredas en cuatro municipios: Bello, Barbosa, Copacabana y Girardota, siendo Bello la ciudad principal que responde a las emergencias.
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Juan Serrano, el nuevo secretario de Seguridad y Convivencia del municipio, explica que las organizaciones delictivas tienen un negocio estructurado para incendiar, parcelar y vender estos bienes a particulares. La Fiscalía ha estado investigando esta situación desde mediados del año pasado. Serrano hace un llamado a la ciudadanía para que no se deje engañar, ya que los bienes de uso público no pueden venderse, y aunque haya contratos de compraventa en notarías, carecen de validez.
Aunque el loteo del cerro no es un problema nuevo, los incendios provocados han aumentado recientemente, y en ocasiones son coordinados, como ocurrió el pasado viernes, cuando los bomberos tuvieron que atender dos quemas en puntos diferentes que comenzaron al mismo tiempo. Aunque los bomberos de Bello han logrado atender las emergencias hasta ahora, Serrano advierte que están trabajando al límite y han solicitado apoyo de otras entidades públicas de la región.
En un consejo de seguridad la semana pasada, se acordó un aumento de la fuerza policial en la zona, pero se reconoce que este puede verse limitado frente al poder y legitimidad que han adquirido los criminales en los últimos años.
Corantioquia destaca que el cerro Quitasol alberga especies endémicas, una rica diversidad biológica y un valioso patrimonio arqueológico. La declaración de este cerro como espacio protegido se basó en la conservación de 14 especies de fauna, como el gorrión montés o montañerito paisa y el ocelote, así como en la protección de especies de flora como el cedro y el roble. Además, el cerro alberga el camino de Niquía Corrales, una infraestructura que data de la época prehispánica.