Superando temores y recuperando su autoestima, 8.520 sobrevivientes del conflicto armado en Antioquia se beneficiaron durante el año pasado de la estrategia de recuperación emocional grupal como parte de su reparación integral. Desde que inició la estrategia, en el año 2012, ha fortalecido a más de 31.051 personas afectadas por la violencia en más de 50 municipios antioqueños, entre zonas urbanas y rurales.
A lo largo de nueve encuentros grupales dirigidos por el equipo psicosocial de la Unidad para la Reparación a las Víctimas, y demás operadores, en 2018 las actividades se enfocaron en el fortalecimiento de la confianza, la seguridad y la solidaridad entre los participantes mediante la construcción de significados y la autorregulación emocional para hacer duelo de experiencias de sufrimiento.
Una de las víctimas beneficiadas es Rosa Quiñones, quien además del homicidio de un hijo sufrió dos desplazamientos forzados causados por las autodefensas y la guerrilla. Al finalizar su proceso, Rosa dibujó sobre un telón la imagen simbólica de la paloma blanca en vuelo y la frase “no a la guerra, sí a la paz. Soy sobreviviente”.
Según el director de la Unidad para la Atención y Reparación a las Victimas en Antioquia, Wilson Córdoba Mena, con esta estrategia de recuperación emocional “se pretende mitigar el impacto que causa en las personas los hechos victimizantes que sufrieron para que tengan condiciones psicológicas para reconstruir sus proyectos de vida, tener una vida familiar y social. Esto hace parte de su reparación integral".
