A raíz de la protesta promovida por cerca de 70 conductores de los taxis raya azul que operan en el aeropuerto José María Córdova (JMC) de Rionegro, y que paralizó por varios minutos la movilidad en los alrededores del terminal aéreo desde las 11 a. m. de este viernes 7 de septiembre, los representantes de los transportadores, los gerentes de las empresas, la Policía Nacional, representantes de AirPlan y las autoridades municipales, acordaron conformar una mesa técnica para efectuar una revisión al plan de movilidad que actualmente se desarrolla en el aeropuerto.
Lo que piden los taxistas, puntualmente, es la eliminación del transporte informal (pirata), de cuyos conductores, según afirman, ya han sido víctimas de ataques personales. “Manifiestan los taxistas que en el día de ayer fueron agredidos por parte de transportadores informales en la ciudad de Medellín, y los hechos ya están en conocimiento de las autoridades judiciales”, explicó Hernán Darío Álvarez, secretario de Gobierno de Rionegro.
Actualmente existen cuatro empresas que, de manera legal, prestan el servicio de transporte individual y colectivo en el aeropuerto JMC con 276 vehículos. A ellos se suman las microbusetas y buses de Transportes Urbanos Rionegro y Combuses.
“La intención del gremio raya azul en ningún momento era bloquear el aeropuerto. Lo que hicieron fue porque llevan varios días en que sus derechos se han visto vulnerados por la piratería, registrando pérdidas económicas”, dijo una de las representantes de gremio.
Así las cosas, desde esta misma tarde comenzaron a hacerse controles más rigurosos para impedir el ingreso de transportadores ilegales, y todas las partes de la conversación recomendaron a los usuarios del aeropuerto no contratar este tipo de servicios que, además de no contar con los requisitos legales, eventualmente podrían representar un peligro para la integridad de los pasajeros.
